Actualizado 03/12/2008 19:06

Barrera y Pujol diagnostican que es "más difícil" integrar a los inmigrantes latinoamericanos

Ambos abogan por la "unidad catalanista" y estrechar los lazos entre CiU y ERC


BARCELONA, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente de la Generalitat entre 1980 y 2003, Jordi Pujol (CiU), y el del Parlamento catalán entre 1980 y 1984, Heribert Barrera (ERC), constatan en un libro-entrevista de Salvador Cot que se presenta hoy que es "más difícil" integrar a los inmigrantes latinoamericanos.

"Lo que complica bastante las cosas es que es más difícil integrar a un latinoamericano que un andaluz", afirma Barrera, y tras esta afirmación, Pujol añade: "Esto, seguro; y más que un marroquí, la religión aparte, a los latinoamericanos les cuesta entender la catalanidad". Ambos hacen estas constataciones en el libro 'Toc d'alerta', en el que el periodista y subdirector del diario 'Avui' Salvador Cot dialoga con ambos. El libro lo publica Dèria Editors.

También sobre inmigración, Barrera declara que Cataluña tiene una capacidad de integración "muy grande", demostrada en los últimos años con la llegada de inmigración extracomunitaria, y también durante el siglo XX, con los inmigrantes procedentes del resto del Estado.

Dicha integración se ha producido y se produce "sin conflictos" pero, según Barrera, hay un contrapunto: "La descatalanización". Por ello, constata que los catalanes "como grupo étnico" lo tienen "complicado para subsistir" ya que, declara: "No tenemos ninguna otra característica interna importante que nos permita mantener la especifidad. No tenemos ni la insularidad de Irlanda, ni una religión propia".

Según Barrera, el futuro de Cataluña es la independencia o a o sumo "la plena soberanía en una confederación" española. "En caso contrario, el único recurso que tendremos para subsistir es ser un grupo étnico, una minoría nacional en el territorio de Catalunya", declara el republicano quien, como Pujol, detecta que el problema de Cataluña es "demográfico".

Para Pujol, Cataluña vive un momento difícil, algo que atribuye a la "debilidad" de la cohesión interna "como consecuencia, en buena parte, de la inmigración". "Este es el problema más grande que tenemos. Los otros los podemos resolver", admite.

GOBIERNO NACIONALISTA

Ambos se refieren varias veces a un posible pacto postelectoral entre CiU y ERC que les permitiera gobernar en coalición la Generalitat. Según Pujol, "este gobierno hipotético tendría que ir con cuidado para no dar la razón a Josep Lluís Carod, cuando dice que un gobierno nacionalista sería de partición del país".

"Esto se tendría que intentar evitar", admite Pujol, por lo que aboga por "buscar otras coaliciones como sería un tripartito sin el PP y sin Iniciativa".

Barrera aboga por la "unidad" de los partidos catalanistas, primeramente entre CiU y ERC. "Se tiene que hacer todo lo posible para alcanzarla", considera, y añade que esta entente "es un problema del PSC, con el PSOE" y también para ICV, que procede de una "tradición 'progre', que aún los frena" a esta unidad "indispensable".

El ex dirigente republicano también habla de su partido: "No soy responsable de nada de lo que ha pasado en los últimos años ya que dejé la responsabilidad de dirección el año 1988". "Quizás algo que lamento y no repetiría es no haber continuado luchando para dirigir las cosas en el sentido que a mí me parecía correcto. Este es el principal reproche que me hago", concluye, y añade: "Institucionalmente, todo lo que hice lo volvería a hacer".

También se refiere al actual pacto de Gobierno de la Generalitat, y dice que en la dirección actual de ERC "hay un globo que se desinfla, que es el de la pretensión de creer que se puede influir sobre los socialistas". "Como esto se ha ido demostrando que es falso, habrá un retorno de la necesidad de concretar la unidad de los catalanistas, de los nacionalistas", aunque "todo necesita su tiempo", dice Barrera, a lo que Pujol asiente.

ESTATUT

Coinciden en que Cataluña vive un momento de "desconcierto" y pérdida de autoestima tras el proceso estatutario, y recuerdan una de las máximas del ex presidente de la Generalitat Josep Tarradellas: no hacer el "ridículo", lo cual ha pasado con el Estatut.

"La relación con España está peor que nunca" tras el Estatut, diagnostica Pujol, quien añade: "En el resto del Estado hemos perdido prestigio, no hemos gustado y en Europa, que nos veían como un referente, a veces ficticio, pues ahora ya no nos ven". El "pecado" que cometió Pasqual Maragall, dice Pujol, es de "frivolidad y ligereza" por pretender cambiar España, ya que "los españoles quieren ser como son".

Según Pujol, la propuesta de reforma "se lanzó muy alegremente", y ello, sumado al "jaleo" del primer tripartito, ha dejado Cataluña en una situación de "debilidad". "Nunca ha habido un enfrentamiento tan radical con España, no sólo con el Gobierno, sino de opinión pública, ni en la época de Franco, que el Gobierno era anticatalán", consideró.

Barrera va más allá que Pujol y declara que el Estatut "es un fracaso", y culpa al Institut d'Estudis Autonòmics (IEA) y se pregunta "de qué ha servido" el blindaje de competencias de la Generalitat que establece el texto.

COLABORACIÓN CON EL GOBIERNO CENTRAL

"No hay nada a hacer queriendo hacer pedagogía en Madrid", dice Barrera, quien contrasta la actitud de colaboración con el Gobierno central que mantuvo en el primer tercio del siglo XX el líder de la Lliga Regionalista Francesc Cambó o el propio Pujol con la "firmeza" y "el camino de hablar claro" de Francesc Macià. "En Madrid no respetan a los débiles", sino a personajes como Macià y de políticos actuales como el 'lehendakari' Juan José Ibarretxe, afirma.

En cambio, Pujol defiende esta colaboración con el Gobierno central, y concreta: "El último gobierno de Felipe González fue eficaz y bueno", y "el primero de Aznar también fue un buen gobierno". "Lo aplaudían por toda Europa" y Aznar "mejoró sensiblemente" aunque "no suficientemente" la financiación catalana, y además, "tenía una virtud muy importante, que era un hombre de palabra. Exactamente lo contrario que José Luis Rodríguez Zapatero".

Los dos discrepan en algunas materias. Por ejemplo, Barrera aboga por cambiar la ley electoral, mientras que Pujol declara que el método actual "no ha ido tan mal del todo". Pujol también dice que, por principio, no está en contra de que haya ministros de CiU en Madrid, mientras que Barrera recela de los ministros catalanes en el Gobierno central.