BRUSELAS 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, reclamó hoy, en vísperas de la reunión del G-8 que empezará el miércoles en la ciudad alemana de Heilingendamm, que los países más industrializados sean capaces de acordar "medidas internacionales de urgencia" en la lucha contra el cambio climático, así como dar un paso más hacia la conclusión de la Ronda de Desarrollo de Doha y por lo que respecta a las promesas de ayuda a África.
Barroso lanzó este llamamiento en un comunicado antes del encuentro que tendrá lugar entre el 6 y el 8 entre los líderes del G-8 --Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos--, en el que también participarán cinco países con economías emergentes --China, India, Brasil, México y Sudáfrica--. Asistirá también la Comisión Europea, que aunque no es miembro del G8 sí tiene todos los privilegios y obligaciones que les son atribuidos, excepto la de organizar una cumbre como la de Heilingendamm.
En primer lugar, el presidente del Ejecutivo comunitario afirmó que la cumbre del G8 "es una ocasión importante para prolongar el consenso mundial" por medio de "una respuesta, urgencia, firme y rápida frente a las amenazas que el cambio climático hace pesar sobre las vidas humanas y la prosperidad".
Después de referirse a los pasos que ha dado la UE en este sentido, añadió que "el G8 debe ahora enviar una señal fuerte que todo el mundo pueda retomar en la conferencia de Naciones Unidas de diciembre de 2007 sobre cambio climático". Reclamó en concreto la generalización mundial del periodo "post Kioto" con "un sistema jurídicamente vinculante, ejecutorio y modulable que repose sobre el sistema de comercio de emisiones".
En cuanto a las negociaciones multilaterales en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Barroso consideró "posible" concluir un acuerdo de la Ronda de Desarrollo de Doha en 2007 "a condición de que otros sigan el ejemplo europeo y propongan avances reales".
En tercer lugar, celebró el "enfoque más global y amplio" que dará el G8 al futuro de África. "La cancelación de la deuda y la ayuda son indispensables, pero aún podemos hacer muchas otras cosas", dijo y apostó por debatir en el G8 aspectos relativos a cómo mejorar las condiciones de las inversiones en este continente, relacionadas con la política y el buen Gobierno, los derechos humanos, el Estado de derecho o los medios para acelerar la lucha contra el sida, el paludismo o la tuberculosis.
En términos generales, Barroso concluyó su declaración afirmando que "el mundo necesita un G8 que se acerque a la comunidad internacional". Aunque admitió que "una cumbre no puede hacer milagros" sí consideró que "puede cambiar las cosas".