BARCELONA 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
El sindicato ANPE, desde su servicio del Defensor del Profesor, celebró hoy la sentencia del Juzgado de Barcelona que ayer condenó a un año de cárcel a los padres de un alumno del CEIP Eduard Marquina acusados de agredir y amenazar de muerte a dos maestras y a una conserje del centro en 2006.
Así, aplaudieron que al tratarse de un "atentado a la autoridad pública", se considera ya un delito, pese a que anteriormente estaba tipificado como una falta. "Este cambio en la tipificación de los hechos tiene sentido por el aumento de agresiones físicas y verbales a los docentes, que se va extendiendo sin que la Conselleria de Educación tome medidas para evitarlo", dijo el sindicato en un comunicado.
La sentencia, para este organismo, "es un toque de atención al conjunto de la sociedad sobre la necesidad de respetar el trabajo de los docentes y el principio de autoridad, como requisito previo para poder desarrollar con éxito el proceso educativo".