Actualizado 31/07/2008 17:22

Un estudio revela que a finales de siglo el Ebro tendrá hasta un 20% menos de caudal por el cambio climático

ZARAGOZA, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un estudio revela que a finales del siglo XXI la Cuenca del río Ebro tendrá de un 15 a un 20 por ciento menos de aportaciones en su caudal debido al cambio climático, que también influirá en el aumento de la temperatura, entre 3 y 4 grados, lo que provocará menos precipitaciones.

Estos datos fueron dados a conocer hoy por el profesor de la Universidad de La Coruña, Javier Samper, quien ha formado parte del equipo investigador del estudio impulsado por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

El informe recoge datos comparativos desde 1970 hasta el año 2000 de la cabecera de 18 subcuencas y se han empleado programas informáticos para simular la trayectoria de una gota de agua y su discurrir por el terreno para constatar que el Ebro ha perdido entre un 20 y un 30 por ciento del agua que discurre por el subsuelo.

En rueda de prensa, invitado por el Pabellón El Faro en la Expo 2008, relató que estos datos son un "promedio de lo que ocurrirá en la cuenca del Ebro", para precisar que "será más acentuado y especialmente en verano" en las zonas que reciben menos aportes de agua tanto superficial como subterránea, en concreto en la margen derecha del río y citó el afluente del Guadalhorce.

Al respecto, Samper indicó que este estudio "debe servir para que la administración tome conciencia de que el cambio climático afectará a todas las cuencas" y será más apreciable en los acuíferos que se verán doblemente afectados porque se producirá una intromisión del agua del mar y la cuña salina entrará y alterará el equilibrio de las aguas subterráneas.

A su parecer, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), como organismo gestor del agua, "es consciente de la importancia y trascendencia del cambio climático" para puntualizar que compete a las instancias políticas decidir a qué se destinan más fondos para combatir este cambio climático.

Tras asegurar que la administración del agua "es sensible y conocedora del problema del cambio climático" subrayó la conveniencia de continuar con el estudio.

RESPETO A LOS ACUÍFEROS.

Por su parte, el presidente de la Asociación Internacional de Hidrogeólogos, Jorge Molinero, destacó la importancia de los acuíferos y las aguas subterráneas porque son "la mayoría de los recursos hídricos de agua dulce, que no se ven desde el punto de vista político y social y no se tratan como deberían respecto al agua superficial".

Molinero dijo que desde el punto de vista del desarrollo humano son "fundamentales" para el mantenimiento de los ecosistemas, como los humedales o los cauces de los ríos.

En cuanto a la vinculación de los acuíferos con el cambio climático manifestó que la novedad actual es la influencia del hombre ante las emisiones de CO2 y el consiguiente aumento de la temperatura, que incide en el clima e "impacta en la evaporación y en un descenso de las precipitaciones que varía la cantidad y la frecuencia de las lluvias".

Esta consecución de hechos incide en los acuíferos porque se alimentan del agua de lluvia, que se infiltra en las capas de la tierra y si se modifica la temperatura se modifica la "recarga de los acuíferos y su comportamiento".

Por ello, Molinero apostó por "anticiparse a estos efectos mediante la investigación" y se refirió a la importancia y utilidad de estudios como el impulsado por la CHE.

Ante los desafíos que supone el cambio climático, Molinero dijo ser partidario de crear más recursos hídricos mediante técnicas como la desalación o la reutilización para "recargar los acuíferos mediante balsas de infiltración o también mediante la inyección de agua en pozos. Esta última técnica se aplica en zonas de Australia, Israel y California y la expuso como ejemplo de un cambio en la gestión del agua