CARMONA (SEVILLA), 10 (EUROPA PRESS)
El catedrático de Psicología Social de la Universidad de Valencia, Enrique Gracia, aseguró hoy durante los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) en Carmona (Sevilla) que "entre el 25 y el 30 por ciento de las mujeres españolas han sido víctimas de la violencia doméstica al menos una vez en la vida".
En el marco de la jornada sobre 'Amor y violencia', organizada por el Centro Cultural 'Olavide en Carmona' en colaboración con el Ministerio de Igualdad, el experto señaló que este porcentaje es, además, "extrapolable" al resto de sociedades occidentales.
Asimismo, Gracia aseguró que entre el 2 y el 12 por ciento de las mujeres padecen la violencia de género cada año, lo que ocurre es que "en la mayoría de los casos nunca se denuncia". Esto da lugar, a juicio del catedrático, a un fenómeno conocido como "el iceberg de la violencia doméstica, ya que sólo se conocen el número de casos denunciados, mientras que la gran mayoría permanecen sumergidos".
Por otra parte, el experto también destacó que el 70 por ciento de las mujeres maltratadas sufre agresiones desde hace más de cinco años, algo que "no pasa desapercibido para el entorno social de la mujer". Según una encuesta de la Comisión Europea, el 36 por ciento de los hombres y el 45 por ciento de las mujeres de la Unión Europea afirma conocer una víctima de la violencia doméstica en su círculo social: trabajo, estudios o familia, entre otros.
Por ello, Gracia aseguró que "la gran asignatura pendiente en el tema de la violencia doméstica es repartir la responsabilidad entre la mujer y el entorno, porque a veces la mujer se ve atrapada en ese infierno y es la denuncia de lo que está pasando de las personas que la rodean la que puede ayudar a acabar con esta situación".
Entre las causas por las que las víctimas no denuncian a sus agresores, Gracia señaló "el miedo a las represalias mayores contra ellas mismas, sus hijos o sus familiares; la dependencia económica, el miedo a la soledad, los sentimientos de culpa o la falta de apoyo social" como las principales.
"El silencio, la inhibición y la tolerancia del entorno social que rodea a las víctimas crea un clima de permisividad que favorece a los agresores, lo que no ayuda a las mujeres a salir de esta difícil situación", concluyó.