Actualizado 03/06/2008 12:58

FAO.- Napolitano llama a analizar los "errores" de evaluación cometidos y a actuar de forma coordinada


ROMA, 3 Jun. (De la enviada especial de EUROPA PRESS, Leyre Guijo) -

El presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, hizo hoy un llamamiento a los jefes de Estado y de Gobierno y demás asistentes a la Conferencia de Alto Nivel sobre la Seguridad Alimentaria Mundial que se celebra en Roma a analizar los "errores" en la evaluación y la previsión de la crisis alimentaria actual y a adoptar una "políticas internacionales coordinadas" para hacerla frente.

Napolitano fue el encargado de inagurar la conferencia organizada por la Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (FAO) y lo hizo subrayando "el dramatismo de la crisis que ha estallado y de sus consecuencias, sobre todo para las poblaciones más pobres, para casi 1.000 millones de personas desnutridas, pero también para las capas sociales golpeadas por una pérdida grave del poder adquisitivo".

Para el presidente italiano, la conferencia representa "una ocasión extraordinaria de reflexión y de trabajo sobre temáticas cruciales de nuestro tiempo". Además, añadió, se trata de "un acontecimiento significativo gracias a una rica participación" de jefes de Estado y de Gobierno que demuestra, según el presidente italiano, "una disponibilidad nueva" por parte de la comunidad internacional.

Por ello, tras incidir en que la crisis alimentaria está poniendo el peligro el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y también "los progresos conseguidos en los últimos años en el continente que más sufre, Africa", animó a los asistentes a una discusión "con espíritu crítico, sin convencionalismos, para buscar los posibles errores de infravaloración y de imprevisión" visto que la "opinión pública mundial se vio sorprendida por el estallido de una impresionante cadena de movilizaciones por los alimentos tras la rápida subida de los precios de los alimentos".

En opinión de Napolitano, "probablemente se ha tardado en evaluar el cambio radical que trajo consigo el impetuoso desarrollo de las grandes economías emergentes en la demanda de alimentos". Tampoco se evaluó "suficientemente el impacto a corto y medio plazo de algunas políticas agrícolas y comerciales" tanto en la exportación como en el consumo interno ni "los efectos derivados del hecho de destinar superficies al cultivo para la producción de biocombustibles".

Así las cosas, subrayó, "emerge la imperiosa necesidad de políticas coordinadas a nivel mundial" para por una parte "hacer frente a la alarmante emergencia" y ayudar los más afectados, y por otra, "sentar las bases de nuevas inversiones en agricultura donde existan las posibilidades de aumentar y mejorar la producción alimentaria". En este sentido, Napolitano consideró que "no se pude confiar en la virtud reequilibradora del mercado" para superar la crisis.

Por último, el jefe de Estado italiano hizo hincapié en el hecho de que la crisis alimentaria "muestra las conexiones con otros grandes problemas del mundo actual: el problema de la energía, el problema del cambio climático y de la degradación medioambiental". Esto, añadió, "confirma la creciente interdependencia que caracteriza el proceso de globalización y que condiciona nuestro futuro común".

Por ello, concluyó, "todos, en representación de nuestros pueblos y de nuestros países, debemos asumir plenamente nuestras responsabilidades, uniri los esfuerzos y encontrar el camino para un desarrollo global más solidario y regulado".