Actualizado 04/02/2008 15:41

El Ifapa desarrolla una técnica de control biológico de "alta eficacia" contra la plaga del picudo rojo

ALMERÍA, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), ubicado en La Mojonera (Almería) ha desarrollado una técnica de control biológico "con muy buenos resultados" contra el escarabajo picudo rojo ('Rhynchophorus ferrugineus'), una plaga que afecta con gran virulencia desde 2005 a palmerales del litoral mediterráneo, Andalucía y Canarias.

Según informó la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa en una nota, el método emplea un gusano de tamaño microscópico --nemátodos--, patógenos de insectos y que se ha comprobado a través de pruebas en palmeras de vivero son altamente eficaces en el control de las larvas y de las pupas del 'picudo rojo'.

En concreto, la medida, tal y como detalla la doctora en Biología y directora del proyecto, María del Mar Téllez, permite la lucha biológica "con menor impacto ambiental y con menos residuos" que la aplicación de tratamientos químicos, siempre --matizó-- en organismos ya infectados.

En cuanto a las técnicas para la detección precoz de la plaga en palmeras infectadas que aún no presentan síntomas, el Ifapa ha desarrollado en colaboración con la Unidad de Agroingeniería del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, sensores de tipo acústico que permitan detectar las larvas del picudo en el interior del árbol.

Todas las actuaciones se enmarcan en el plan de investigación puesto en marcha por el centro mojonero para abordar este problema en las palmeras andaluzas con financiación de la Consejería de agricultura y Pesca y el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA).

La proliferación de nuevas urbanizaciones con espacios verdes a lo largo del litoral mediterráneo y el uso de palmeras importadas de países como Egipto para dotar esos espacios espoleó la expansión de la plaga estuvo localizada y controlada en la franja costera de Motril a Nerja desde 1993..

En 2005 cuando se detectó el primer brote en Almería. En concreto, en mayo de ese año los técnicos de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Roquetas de Mar ordenaron la tala de medio centenar de palmeras en el término municipal. En octubre, el picudo rojo se había hecho fuerte en Huércal de Almería, Viator, Pechina o en la barriada capitalina La Cañada para luego extenderse hasta Pulpí y Cuevas del Almanzora.

Los daños originados por este tipo de gorgojo se deben a la acción de las larvas al alimentarse en el interior de la palmera, que no manifiestan ninguna sintomatología, hasta pasado numerosos meses, de manera que una vez que aparecen los síntomas, se encuentra ya en un estado avanzado de degeneración y se ha convertido en importante foco de infestación.