Actualizado 06/06/2007 18:53

Intermon Oxfam enseña cómo serán los líderes del G-8 si no cumplen sus promesas después de la Cumbre

MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

"Igual que Pinocho tuvo que aprender a dejar de mentir, los líderes del G-8 deben aprender a no romper sus promesas". Con esta premisa Intermon Oxfam ha preparado una performance en Rostok (Alemania), donde se celebra la llamada 'Cumbre Alternativa' por la que los activistas allí desplazados se han disfrazado de los líderes políticos convocados pero con una peculiaridad: una nariz muy larga.

"El G8 debe explicar a la gente del mundo cómo mantendrán las promesas que hicieron de aumentar la ayuda en la cumbre de Gleneagles en el 2005. Desde entonces 21 millones de niños menores de 5 años han muerto por culpa de la falta de acción del mundo", declaró en la localidad alemana Pilar Orenes, portavoz de Intermón Oxfam.

En 2005 el G-8 prometió aumentar la ayuda anual hasta llegar a los 50.000 millones de dólares en 2010, la mitad de los cuales se destinarían a África. Sin embargo, en 2006 la ayuda global cayó por primera vez desde 1997 y hoy día supone sólo una décima parte del gasto global militar. De este gasto, la cuarta parte la emplea Estados Unidos en Irak, una cantidad inferior a lo que el mundo gastó en agua embotellada en 2006.

Intermón Oxfam calcula que el G8 incumple su promesa de aumentar la ayuda en el 2010 en unos 30 mil millones de dólares lo que supondrá la muerte de 5 millones de personas, la mayoría niños.