NUEVA YORK, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
La directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PAM) de la ONU, Josette Sheeran, instó a la comunidad internacional a ofrecer ayuda económica urgente para poder distribuir alimentos entre la población y contribuir a la reconstrucción de las infraestructuras destruidas por una serie de huracanes en Haití.
"El índice de pobreza no para de crecer y esta situación requiere de grandes esfuerzos para apoyar a la población que pasa hambre y también para salvar vidas", aseguró Sheeran el pasado fin de semana con motivo de una visita de dos días a Haití, según informó hoy el PAM en un comunicado.
El PAM necesita 54 millones de dólares para comprar comida, organizar los aspectos logísticos y las telecomunicaciones. "Estados Unidos, Japón, la Unión Europea, Suiza y Canadá han dado su apoyo y nosotros tenemos a partir de ahora once millones de dólares que nos permitirán mantenernos hasta el mes de noviembre", afirmó Sheeran.
"A pesar de la generosidad manifiesta de ciertos países en favor de Haití, debemos emprender más acciones de solidaridad para proseguir con nuestras operaciones de urgencia, así como con otros programas con el fin de asistir al pueblo haitiano y alcanzar soluciones duraderas, como desea el presidente, René Préval", añadió.
Sheeran visitó el viernes pasado la ciudad de Gonaïves, donde desde el pasado 5 de septiembre 285.000 personas repartidas en 57 refugios provisionales han podido recibir alimentos distribuidos por el PAM y otras ONG, entre ellas la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Casi un mes después de que cuatro huracanes provocasen daños en las carreteras y destruyesen unas 3.000 viviendas, aún hay que sacar tres millones de metros cúbicos de barro de la ciudad y todavía hay 5.000 personas en los refugios. El PAM ha puesto en marcha un programa para limpiar 50 colegios del país, principalmente los de Gonaïves, para que los niños puedan volver a las aulas en noviembre.
Además, en esta ciudad se ha establecido un sistema de distribución dirigido principalmente a las mujeres para que alimenten a los niños. El PAM pretende llegar a 800.000 personas de todo el país que necesitan alimentos, pero también le preocupa el riesgo de que aparezcan casos de enfermedades de la piel, infecciones respiratorias, disentería, fiebres tifoideas y una epidemia de paludismo.
