TEHERÁN 30 Abr. (Reuters/EP) -
La Policía iraní llevará a cabo duras medidas represivas contra las pequeñas empresas que no hacen nada para que se cumplan los estrictos códigos religiosos para la vestimenta, según informó hoy la agencia de noticias Mehr News.
Esta decisión indica la proliferación de las medidas que se iniciaron el año pasado para perseguir las conductas "inmorales" de las mujeres que ignoran las normas que les obligan a cubrirse la cabeza y a disimular la forma de sus cuerpos en público, en la línea del sistema islámico de Irán.
Ahmad Rouzbehani, jefe de la Policía para la seguridad moral, declaró que "en la primera parte, la Policía sólo se enfrentará a las compañías que están activas en edificios o complejos pequeños". Estas medidas, que comenzarán el próximo 4 de mayo, tienen el fin de "evitar el daño social" y defienden que el hijab, o velo, "debe ser respetado".
Los códigos religiosos de Irán requieren que las mujeres se cubran el pelo y vistan en público prendas largas y anchas para evitar que se intuya su silueta. Estas normas deben ser cumplidas tanto en la calle como en las oficinas, donde las mujeres pueden compartir trabajo con hombres.
La Policía a veces comprueba las oficinas para asegurarse de que se cumplen los códigos y tiene la potestad de cerrarlas si no es así. De hecho, algunas cafeterías han sido cerradas después de que la Policía dijera que los trabajadores o los clientes no cumplían los requisitos legales. Por este motivo, los restaurantes y otros lugares públicos a menudo muestran señales en las que piden a los usuarios y clientes que respeten los requisitos de vestimenta de la República Islámica.
El uso del hijab es una piedra angular del sistema islámico introducido tras la revolución de 1979.
Este asunto de las represión sobre lo que los clérigos consideran como influencia occidental "corrupta" coincide con el aumento de la presión sobre Irán por parte de Occidente sobre su programa nuclear. Estados Unidos y sus aliados aseguran que Irán pretende construir una bomba atómica, algo que Teherán niega.
Rouzbehani declaró que "a todos, tanto mujeres como hombres, así como quieren seguridad física y financiera, les gusta tener seguridad moral" y añadió que la Policía ha urgido a la gente a "ofrecer sus informaciones".
Los que incumplen la ley sobre la vestimenta suelen ser amonestados en primera instancia, en ocasiones tras una visita breve a la comisaría. Sin embargo, pueden ser retenidos durante más tiempo, llevados a juicio e incluso se les puede pedir que asistan a "clases de orientación" si repiten sus ofensas.
El código sobre el vestir suele ser desobedecido especialmente en las zonas más ricas y urbanas, mientras que la manera de vestir más conservadora se estila en los lugares más pobres y rurales.