BARCELONA, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona aprobó hoy, con los votos de todos los grupos municipales salvo del PP, una declaración institucional en la que reclama "medidas efectivas" para evitar restricciones en el suministro de agua potable en la capital catalana y su conurbación ante la sequía, en la que no se concreta ninguna alternativa.
De este modo, el texto, que contó con el voto favorable del bipartito barcelonés --PSC e ICV-EUiA--, así como de CiU y ERC, no menciona explícitamente ninguna alternativa para garantizar el suministro en la ciudad.
El documento no cita explícitamente ni el trasvase de agua del Segre al Llobregat inicialmente planteado por la Generalitat, ni la interconexión el minitrasvase del Ebro con la red de aguas de Barcelona, ni tampoco la voluntad de CiU de construir un trasvase que abastezca Catalunya con agua del Ródano.
La única solución que cita explícitamente la declaración institucional es "pedir a las administraciones responsables que se de la máxima prioridad en la finalización de las obras de construcción de las desalinizadoras de El Prat de Llobregat y Cunit, y la ampliación de la de Blanes".
También sobre desalinizadoras, la declaración institucional dice que son "un instrumento necesario para resolver el suministro de agua potable en las cuencas internas de Cataluña, entre ellas el municipio de Barcelona".
ES "NECESARIA LA APORTACIÓN DE AGUA EXTERNA".
La declaración institucional detalla que es "necesaria la aportación de agua externa a la de las cuencas internas --la de los ríos Ter y Llobregat, los que abastecen la capital catalana y su conurbación-- para hacer frente al episodio de sequía".
Estas aportaciones, dice el texto, tienen que ser "asumibles desde el punto de vista ambiental y del equilibrio territorial, y viables desde el punto de vista técnico en los plazos necesarios".
Otras bazas de la declaración son consensuar con "los agentes sociales, económicos e institucionales del territorio las medidas que puedan adoptarse para garantizar el abastecimiento de agua en el área de Barcelona", y pedir a las "administraciones responsables --Estado y Generalitat-- medidas efectivas para asegurar el suministro a corto plazo, así como acciones adecuadas a medio y largo plazo".
REACCIONES DE LOS GRUPOS MUNICIPALES.
Únicamente el presidente del grupo municipal del PP, Alberto Fernández Díaz, lamentó el texto, ya que consideró que "no hay ningún tipo de concreción" ante las discrepancias que mantienen CiU, PSC, ERC e ICV-EUiA ante las soluciones que hay que hacer ante la situación de excepcionalidad por sequía.
Por su parte, el líder de ERC, Jordi Portabella, dijo que la redacción del texto es "equilibrada", mientras que el presidente del grupo municipal de CiU, Xavier Trias, admitió que, aunque es un texto "de mínimos", permite a los nacionalistas "estar cómodos", y además, "permite mirar al futuro".
Desde el gobierno municipal, la segunda teniente de alcalde y aún líder de ICV-EUiA en el consistorio, Imma Mayol, lamentó el "ruido mediático intenso" y reclamó que en el futuro, hay que abogar por la "regeneración y la desalinización", y que el trasvase de aguas es sólo "la última solución".
Finalmente, el alcalde de Barcelona, el socialista Jordi Hereu, consideró que la declaración es "una buena aportación que hace Barcelona a la resolución de un problema que no sólo es de Barcelona sino de todo el país". Hereu se dirigió a Fernández Díaz y le recordó que la interconexión del minitrasvase del Ebro con la red de aguas que da servicio a la capital catalana es "la antítesis del Plan Hidrológico Nacional (PHN)".