MADRID 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, consideran que la extensión del "minitrasvase" del Ebro a Barcelona, es la mejor solución para evitar los cortes de suministro al área metropolitana de Barcelona a partir de otoño, si persiste la sequía. Mientras, los navales lo rechazan porque consideran que emite más del doble de CO2 que transportar en barcos el mismo volumen de agua durante la misma distancia.
La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, y el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, presentarán previsiblemente esta tarde en Barcelona la solución técnica adoptada para abastecer a Barcelona de agua para consumo humano.
El presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Edelmiro Rúa, dijo a Europa Press que fueron precisamente ellos quienes propusieron esta solución frente al "polémico" trasvase desde el Segre.
Además, Rúa admitió que "técnicamente" no se trata de un trasvase, aunque se aprovecha de uno que existe ya. "Es una solución de emergencia y están comprando agua --añadió--. Técnicamente no tienen por qué decir que se está haciendo un trasvase porque se trata del transporte de un agua que ya estaba compraba".
Sin embargo, Primitivo González, del Colegio de Ingenieros Navales y Oceánicos, advirtió de que un sólo barco de 300.000 toneladas podría transportar la misma cantidad de agua al año que la tubería diseñada consumiendo menos de la mitad de energía y por tanto, emitiendo la mitad de CO2.
Además, advirtió de que si la situación de emergencia es temporal es más beneficioso utilizar infraestructuras móviles, dado que la tubería es una construcción permanente que permanecerá posteriormente sin ninguna utilidad y con un gran impacto sobre el medio ambiente. "Además, es un buen negocio para las navieras y una solución al problema ecológico que en todo el mundo origina el desguace de petroleros que podrían destinarse a este fin", concluyó.