Sequía.- Montilla y Mas se acusan mutuamente de "mentir" ante el déficit hídrico

BARCELONA 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Generalitat, José Montilla, y el líder de CiU, Artur Mas, se acusaron hoy mutuamente de "mentir" ante la solución tomada para afrontar la sequía: conectar el ministrasvase del Ebro, que abastece Tarragona y su conurbación, con la red de aguas de las provincias de Barcelona y Girona, trazando una tubería bajo la autopista AP-7.

En una tensa sesión de control del Parlament al presidente de la Generalitat, Mas afirmó que la conexión de la red de aguas de Tarragona con la de Barcelona y Girona es un "engaño del tripartito", ya que, a su juicio, significa incumplir la declaración antitrasvasista que en 2003 rubricaron PSC, ERC e ICV-EUiA.

Montilla le replicó: "Deje usted de mentir. La interconexión de carácter permanente no es nuestra apuesta".

Además del líder de CiU, también PP y C's acusaron a los tres partidos de izquierda de haber mentido sobre la interconexión de las redes de aguas.

MONTILLA: "NO HEMOS MENTIDO".

"No hemos mentido" al hacer públicas las soluciones que da el Ejecutivo catalán ante el déficit hídrico, insistió Montilla.

"No esperaremos a ver si llueve; en el pasado se había hecho", dijo Montilla en alusión a los gobiernos liderados por CiU. Añadió que el Govern tomará "decisiones con el desgaste y la solución que ello comporta" para que los 5,5 millones de catalanes abastecidos con agua procedente de los ríos Ter y Llobregat tengan garantizado en otoño el suministro "llueva o no".

Recordó que, en cualquier caso, el suministro del agua sobrante del minitrasvase del Ebro a Barcelona y Girona tendrá "carácter temporal", y que así quedará recogido en el Real Decreto que aprobará el Estado para dar el visto bueno al proyecto.

Diferenció este proyecto de la interconexión de redes que planteaban los ejecutivos de Jordi Pujol. "No estamos hablando de nuevas concesiones" para sacar más agua del Ebro que en la actualidad, dijo.

Montilla indicó que este proyecto se llevará a cabo en seis meses, y no en los 21 meses previstos inicialmente, ya que se han introducido cambios, con "otro trazado --bajo la AP-7-- y aprovechando otros tubos localizados". "Trabajando con tres turnos" y con estas modificaciones, esta conexión "se podrá hacer en seis meses", afirmó.

MAS: "AUSENCIA TOTAL DE LIDERAZGO".

Mas afirmó que, ante la sequía, "salen los peores vicios del segundo tripartito", entre los que destacó la "ausencia total de liderazgo", y aseguró que, desde el Ejecutivo catalán, se "ha engañado y mentido".

Según el dirigente de la federación nacionalista, la Generalitat "se ha puesto a remolque del Gobierno español" al descartar su propuesta inicial para hacer frente a la sequía, el trasvase del Segre al Llobregat, y abogar ahora por la interconexión de redes. "Hacen lo que no querían hacer, y lo que quería hacer el Gobierno de España", afirmó.

"Nos equivocamos con el PHN", dijo Mas, al referirse al apoyo que dieron los nacionalistas al proyecto impulsado por los gobiernos de José María Aznar, y que se descartó tras la victoria del PSOE en 2004. En cambio, proclamó: "No nos equivocamos con la interconexión de redes".

SIRERA: "MINTIENDO REITERADAMENTE".

El presidente del PP catalán, Daniel Sirera, también acusó al Govern de mentir. "Ustedes han estado mintiendo reiteradamente a los catalanes, dijeron que nunca llevarían agua del Ebro a Barcelona", subrayó el líder popular, quien pidió a los tres partidos de izquierdas que sean "coherentes" con el documento antitrasvasista que rubricaron en 2003.

Sirera recordó que, si la conexión de las redes de agua se hubiera hecho con anterioridad, el coste de esta obra lo habrían sufragado los fondos europeos, por lo que consideró que es una "irresponsabilidad" que los catalanes tengan que "pagar para beber".

Montilla recordó a Sirera que el PHN "no tuvo ni un solo euro de Europa", y le recordó la oposición al proyecto de la Comisaria de la Unión Europea (UE) de Medio Ambiente.

"Deje de mentir", le replicó Montilla, quien recordó que su oposición al PHN se debía a que el proyecto "comportaba el trasvase permanente de 1.000 hectómetros cúbicos hacia Levante, y 120 hectómetros cúbicos permanentes hacia Barcelona", algo que --a su juicio-- no ocurrirá con la interconexión que se plantea ahora. Al PHN "nos oponemos y nos seguiremos oponiendo", sentenció.

RIVERA: "ENGAÑAN" A LOS CATALANES.

El líder de C's, Albert Rivera, también se sumó a las acusaciones de haber mentido ante la conexión del minitrasvase del Ebro con la red de aguas de Barcelona. "Su gobierno dice una cosa antes de las elecciones, y otra cosa después", dijo Rivera, quien dijo que, desde el Gobierno catalán, "engañan a los ciudadanos de Catalunya".

"Ha habido descoordinación con el Estado, dentro del gobierno porque cada grupo dice una cosa" y "ocultación" de información, apreció Rivera.

ACTUACIONES EN LA CUENCA DEL TER.

Desde las filas de ERC, su portavoz parlamentaria, Anna Simó, reclamó trabajar a favor de la "autosuficiencia hídrica y el equilibrio territorial", y reclamó medidas en la cuenca del Ter para evitar "problemas irreparables" por la falta de caudal en el curso bajo de este río.

Sobre ello, Montilla dijo que el Gobierno "no olvidará" el comportamiento de los habitantes que viven en esta zona, y recordó que están en marcha varias medidas para aportar más caudal en este río.

FINANCIACIÓN.

El portavoz de ICV-EUiA, Jaume Bosch, también se refirió a la sequía, aunque en su pregunta al presidente de la Generalitat, pidió su opinión sobre las relaciones entre el gobierno catalán y español tras las elecciones generales.

Sobre las negociaciones del nuevo sistema de financiación, Montilla recordó que "no serán negociaciones fáciles", y añadió que el Gobierno catalán está "preparado para asumir este reto" y negociar el sistema de financiación "en los plazos que prevé el Estatut".

ESPAÑOLIDAD DE SEAT.

Por otra parte, en una entrevista a RAC1 recogida por Europa Press, Montilla respondió con un "no sé si se ha enterado de dónde vive" al presidente del consejo de administración de Seat, Francisco García Sanz, que defendió ayer la españolidad de la marca de automoción al preguntársele en Berlín si algún nuevo modelo llevará nombre de ciudad catalana.

El también miembro del consejo del grupo Volkswagen, Francisco García Sanz, dijo: "Nosotros somos españoles", y añadió: "La fábrica está en Martorell, no me la puedo llevar a Madrid".