Un total de doce niños muere de media cada año a manos de sus padres, según el Centro de Estudios Reina Sofía

Europa Press Sociedad
Actualizado: jueves, 3 abril 2008 21:23

MADRID 3 Abr. (EUROPA PRESS) -

Un total de 48 niños murieron a manos de sus padres entre 2004 y 2007, lo que arroja una media de doce menores cada año y un incremento de hasta el 87,50% en este tipo de crímenes durante el citado periodo, según un informe elaborado por el Centro de Estudios Reina Sofía.

El trabajo revela asimismo que el número de padres que asesinaron a sus hijos menores de edad se disparó un 200% en tres años. En una cuarta parte de los casos, el agresor había maltratado previamente a los niños, (el 25,5% murieron de una paliza) pero sólo uno de cada diez había sido denunciado por este motivo. Además, un 18,6% murió por abandono.

En cuanto al perfil de la víctima, el estudio muestra que la mitad de los niños no había cumplido los 24 meses de edad y el 22,92% eran recién nacidos. La mitad de los fallecidos (51,62%) eran varones nacidos en España (en un 91,11% de los casos), mientras sólo el 8,89% provenía de otros países, principalmente de la Unión Europea y Latinoamérica.

Por comunidades autónomas, los datos de fallecidos a manos de sus padres son los siguientes: Cataluña (11 casos), Comunidad Valenciana (11 casos), Comunidad de Madrid (8), Canarias (4), Andalucía (3) y Galicia (3), Castilla la Mancha (2), Aragón (1), Islas Baleares (1), Murcia (1).

Respecto a las circunstancias de los asesinatos, la mayor parte de los cuales se produjo en el domicilio familiar, en el 88,68% de los casos el responsable era padre biológico del menor; en un 81,25% hubo un único agresor y en el 18,75% fueron dos los implicados.

Además, en el grueso de los casos sólo se registró una víctima, mientras que en el 9,43% se dio más de un asesinato, bien de otro menor (7,55% de las muertes), bien de los niños y la madre (5,66%).

ALCOHOL, DROGAS Y PRECARIEDAD LABORAL

El Centro de Estudios Reina Sofía describe al asesino como un hombre (58,49% de los casos) de entre 25 y 34 años, de nacionalidad española (67,92% frente al 32,08% que eran extranjeros), de nivel socioeconómico bajo (el 20,51% tenía nivel medio y el 5,13%, alto) y con empleo (el 26,42% trabajaba) no cualificado (en el 81,82% de los casos).

En al menos un 3,77% de los casos el agresor consumía alcohol, en un 1,89% había drogas de por medio y en el 15,09% de los asesinatos el padre era consumidor de ambas sustancias. Además, el 9,43% presentaba algún trastorno mental, mientras que menos del dos por ciento de los agresores tenía alguna discapacidad física.

Tras cometer el crimen, el 78,84% de los asesinos fue detenido por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y si bien la mayor parte fueron arrestados, un 5,77% quedó en libertad con cargos.

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