Actualizado 13/02/2008 15:19

La Universidad de Valladolid es accesible para discapacitados, aunque algunas zonas aún requieren adaptaciones

Las últimas intervenciones han supuesto 120.000 euros y algunos trabajos continúan por fases en los edificios más antiguos


VALLADOLID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

El "cien por cien" de los centros docentes de la Universidad de Valladolid (UVA) ya son accesibles para discapacitados, aunque algunas zonas de estos edificios aún requieran adaptaciones para cumplir con todos los criterios, aseguró hoy el rector de la Institución académica, Evaristo Abril.

El rector, que hoy ofreció una rueda de prensa para presentar las últimas obras realizadas en los edificios de la Institución académica en las que se han invertido más de 120.000 euros mediante un convenio que rubricaron el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales a través del Imserso, la Fundación ONCE para la Cooperación e Integración Social de Personas con Discapacidad y la UVA.

Abril afirmó que es un motivo de "celebración y orgullo" este resultado fruto de un esfuerzo "múltiple y conjunto" y de gran importancia, ya que con estas obras la UVA mantiene "el compromiso de conseguir que todos los centros y edificios sean accesibles".

En esta línea, insistió en la importancia de que al final en la Universidad todas las personas, "independientemente de sus limitaciones", puedan estudiar y acceder a todos los servicios de la Institución.

Aunque actualmente todos los edificios son accesibles, el rector recordó que la normativa de obligatorio cumplimiento para que los edificios sean accesibles data de hace diez años, pero muchas instalaciones de la Universidad tienen más tiempo.

De esta forma todos los estudiantes pueden acceder a los espacios "más importantes", aunque en algún edificio hay zonas que aún no cumple los criterios, por lo que se seguirá trabajando.

ALUMNOS DISCAPACITADOS.

Evaristo Abril explicó que la Universidad cuenta actualmente con 126 alumnos con algún tipo de discapacidad, fundamentalmente problemas de movilidad (43) y deficiencia visual o ceguera (16).

Con las actuaciones llevadas a cabo se trata de conseguir que todos los edificios para un colectivo importante de más de cien persona sean accesibles. "Todavía queda mucho por hacer, por eso hay que seguir trabajando", añadió.

En este contexto, Isabel Tamames, responsable de la ONCE, destacó la importancia de sensibilizar a todas las instituciones públicas para que toda la discapacidad pueda tener acceso.

Además, Tamames añadió que todas las asociaciones que trabajan por la discapacidad luchan por la integración, algo que resulta más difícil sino se resuelven accesos y situaciones que hace diez años se daban en todas las instituciones.

"Nos sentimos escuchados, se están librando barreras", dijo la responsable de la ONCE.

CUMPLIMIENTO OBJETIVOS.

Por su parte, el director de la Unidad Técnica de Arquitectura de la UVA, Francisco Valbuena, explicó que la Institución contaba ya con unos objetivos marcados que se iban cumpliendo "año a año" y ahora se han adelantado en más de uno.

A lo largo del pasado curso se realizaron mejoras en Arquitectura, Ingenieros Industriales, Ciencias y los apartamentos Cardenal Mendoza. Además, en los edificios con más de diez años, que tienen "multitud" de barreras se sigue interviniendo por fases.

Valbuena añadió que el Servicio de Asuntos Sociales de la Universidad trabaja con todos los estudiantes que tienen algún tipo de discapacidad, por lo que cuando una persona llega a un centro, inmediatamente se realizan las obras necesarias para que pueda acceder sin problemas. "Es una preocupación continua, un reto de la Universidad que se quiere seguir manteniendo", añadió.

Por ejemplo, explicó el arquitecto, se han adaptado baños para minusválidos y servicios en cualquier edificio donde ha sido necesario, como en la Politécnica, inmueble que quedará desalojado en poco tiempo, donde se ha realizado una intervención para facilitar su acceso a un alumno discapacitado.

Sin embargo, algunos edificios presentan problemas como el Palacio de Santa Cruz, debido su carácter histórico, aunque el proyecto de reforma y restauración que se llevará a cabo lo hará accesible.

En el caso de las personas con deficiencia visual o ciegos, la ONCE facilita materiales adaptados para que puedan estudiar cualquier titulación, mientras que en el caso de los discapacitados auditivos, los profesores utilizan emisores y los alumnos cuentan con receptores que les permiten seguir las clases, ya que por el momento los estudiantes matriculados no tienen una sordera total.