Simulacro frente agresiones a sanitarios en el Centro Periférico de Especialidades (CPE) de La Longuera, en Chiclana, en la provincia de Cádiz, - JUNTA DE ANDALUCÍA
CÁDIZ 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
Profesionales del Centro Periférico de Especialidades (CPE) de La Longuera, en Chiclana, y del Centro de Salud de Bornos, ambos en la provincia de Cádiz, han asistido a un simulacro en sus respectivos centros para hacer frente a episodios de violencia en estos espacios y saber actuar ante ellos.
En una nota, la Junta ha indicado que estos ejercicios han sido organizados por las unidades de prevención de riesgos laborales (UPRL) en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
En el simulacro de La Longuera, organizado por la UPRL del Hospital Universitario de Puerto Real, han participado los profesionales del CPE, tres integrantes del Servicio de Urgencia de Atención Primaria (SUAP) del Distrito Sanitario Bahía de Cádiz-La Janda, cinco miembros de la Guardia Civil de la Comandancia de Cádiz y una patrulla de la Policía Local de Chiclana.
Además, han estado responsables y personal del hospital puertorrealeño, así como miembros de la comisión contra las agresiones a profesionales de los centros sanitarios, tanto del hospital como a nivel provincial.
Los cuatro escenarios contemplados en este ejercicio, basados en episodios violentos acaecidos en centros sanitarios, han sido, en primer lugar, una demanda de atención sin cita previa por parte de un paciente drogodependiente que exige una medicación determinada a gritos, insultos, amenazando y con intención de agredir físicamente.
Después se ha desarrollado otro planteamiento en el que los progenitores de un menor de edad solicitan un informe médico a medida, con un diagnóstico determinado y que, al ver que no es lo que quieren, irrumpen en la consulta de un médico de familia que estaba atendiendo a un paciente y lo agreden físicamente.
En el tercer supuesto, un paciente acude pidiendo cita para un especialista y al no estar de acuerdo con la fecha programada, saca un arma blanca y amenaza con autolesionarse o lesionar a algún profesional. En el último, unos usuarios acuden con un familiar mayor de edad, sobre el cual, una vez valorado por un especialista, se determina la necesidad de ingreso hospitalario. En este caso, el paciente se resiste y se niega a ser ingresado pese al deseo de los familiares y antes de que llegue el SUAP para su traslado trata de darse a la fuga.
En el caso del Centro de Salud de Bornos, el simulacro ha estado organizado por la UPRL del Área de Gestión Sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y Sierra en colaboración con los responsables de propio centro y la Guardia Civil, y ha contado con la participación de todos los profesionales, como son facultativos, personal de enfermería, técnicos en cuidados auxiliares, celadores-conductores, personal administrativo y de limpieza.
Este ejercicio se ha estructurado en tres escenarios distintos seleccionados sobre la base de situaciones reales registradas en la Atención Primaria del Área. Así, en el primer supuesto, un paciente acude al mostrador para solicitar cita con su médico de familia y, ante la demora, comienza a gritar e insultar al personal de la Unidad de Atención a la Ciudadanía (UAC).
En el segundo escenario, lo que el paciente solicita es una receta al facultativo, y ante la negativa a dársela, reacciona de forma violenta, elevando la voz e intentando agredir al profesional, dañando parte del mobiliario. El último supuesto se desarrolla en la sala de espera, donde un familiar, alterado por la demora, comienza a gritar e insultar a los profesionales e irrumpe en una consulta para amenazar al médico.
Según la Junta, estos ejercicios forman parte de las acciones contempladas en el Plan de Prevención y Atención frente a Agresiones para Profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía, cuyo objetivo es garantizar el derecho de los profesionales a recibir protección en materia de seguridad y salud, así como que se respete su dignidad e intimidad personal en el trabajo.
A través de los simulacros, se evalúa la capacidad de los profesionales para gestionar este tipo de situaciones y sus habilidades para alcanzar una desescalada en los momentos de tensión, evitando así un incremento en la crispación, tanto del agresor como del agredido. También se analizan las actuaciones llevadas a cabo, aprendiendo de las recomendaciones que transmiten los diferentes miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, sobre la base de su experiencia y formación en el manejo de situaciones de conflicto.
El Plan de Prevención y Atención frente a Agresiones del SAS incluye, además, otras medidas como la figura del profesional guía, la atención psicológica a las víctimas, la mejora de la seguridad en los centros sanitarios y la formación específica de los profesionales para afrontar este tipo de episodios.