Publicado 28/04/2022 14:31

El Hospital Regional de Málaga implanta un programa de seguimiento para la prevención del suicidio

La delegada del Gobierno en Málaga, Patricia Navarro, participa en la presentación de 'Código suicidio', un plan de acompañamiento a los pacientes con ideas autolíticas
La delegada del Gobierno en Málaga, Patricia Navarro, participa en la presentación de 'Código suicidio', un plan de acompañamiento a los pacientes con ideas autolíticas - JUNTA DE ANDALUCÍA

MÁLAGA, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Unidad de Salud Mental del Hospital Regional Universitario de Málaga ha puesto en marcha un programa de prevención del suicidio dirigido a los pacientes que hayan acudido a las urgencias de los centros del complejo sanitario con el objetivo de hacerles seguimiento, acompañarlos y minimizar el riesgo de autolisis.

Un equipo multidisciplinar del centro sanitario, compuesto por una docena de profesionales de distintas áreas, ha trabajado durante meses hasta la implantación este mes de abril del 'Código suicidio'. Esta herramienta, ha explicado la delegada del Gobierno andaluz, Patricia Navarro, en rueda de prensa, nace como un procedimiento para reducir las posibilidades de que un paciente con riesgo de suicidio vuelva a intentarlo.

"Se trata de mejorar la atención a las personas que ya lo han intentado y a las que pueden ser potenciales suicidadas, precisamente para reforzar la prevención", ha explicado la delegada, quien ha añadido que cualquier problema "hay que conocerlo para tratarlo, y nuestra finalidad debe ser que el suicido no sea una opción, que no sea una alternativa para nadie".

El programa enlaza con uno de los objetivos de la mesa de trabajo creada el año pasado en la Delegación de Gobierno para la prevención del suicidio de forma transversal: "Estamos implicadas varias áreas, como educación, servicios sociales, y todas las instituciones y entidades".

Según Navarro, es preciso "dar herramientas emocionales a las personas, para que no lleguen a ese punto" y ha puesto como ejemplo los programas activados frente a los malos tratos, los accidentes o la lucha contra el cáncer. "Cuando, como delegada del Gobierno, me convierto en responsable del 112, el teléfono de Emergencias en Málaga, me llenó de consternación conocer el gran número de avisos que llegan de tentativas y suicidios consumados; no podía entender que el suicidio fuera una realidad con la que convivimos todos a diario y que esté silenciado. Es imposible prevenir algo que se desconoce o está oculto", ha relatado.

Por tanto, ha insistido en la necesidad de que deje de ser un tabú: "Seguiremos trabajando desde esa perspectiva transversal que es necesaria para conseguir que el suicidio no sea una opción para nadie". El suicidio no es un problema de salud mental exclusivo, sino que abarca múltiples causas y áreas, "desde la educación en los colegios a la situación social de las familias y la atención a los mayores, entre otras cosas", ha señalado Navarro, quien ha agradecido la labor de los sanitarios en este campo.

CUATRO INTENTOS DE SUICIDIO ATENDIDOS EN LAS URGENCIAS

Cada día en las urgencias del Hospital Regional de Málaga se atienden cuatro intentos de suicidio, cifra que ha aumentado desde el inicio de la pandemia de la COVID-19. Por ello, el equipo de Salud Mental de dicho servicio y en la unidad, ubicada en el Hospital Civil, decidió poner en marcha un programa de seguimiento y acompañamiento para apoyar al paciente con ideas autolíticas y ofrecerle un plan individualizado para evitar nuevas tentativas.

El circuito previo a la implantación de este programa piloto era la derivación de los pacientes atendidos en urgencias a los equipos de salud mental comunitarios cuyo referente es el Hospital Regional. Sin embargo, los profesionales detectaron la necesidad del apoyo y seguimiento a estas personas para reducir las tentativas.

El director de la Unidad de Salud Mental, Antonio Bordallo, explica que un gran porcentaje de quienes acuden con intentos de autolisis a urgencias luego no van a seguimiento. "Sabemos que uno de los factores de riesgo de un suicidio consumado es haber tenido un intento previo, por eso hay que intervenir sobre esta población, detectarlos y seguirlos para que no repitan la tentativa, de ahí que nazca 'Código suicidio'", sostiene.

Desde este servicio se trabaja desde hace años en un programa de prevención del suicidio que conlleva actividades encaminadas a sensibilizar sobre la relevancia de este fenómeno social a la población, a los agentes sociales implicados y a los profesionales, además de aumentar el conocimiento y mejorar el registro de los suicidios consumados en la provincia, mejorar el registro de la conducta suicida y establecer algoritmos de riesgo suicida que ayuden a la detección y prevención.

Además, facultativos y enfermeras trabajan también para mejorar la formación de los profesionales sanitarios, en especial Atención Primaria y Servicios de Emergencias, y para garantizar la continuidad de la atención entre los diferentes circuitos asistenciales. También pretenden afianzar los programas de prevención e intervención durante la hospitalización, instaurar intervenciones específicas para el tratamiento de las conductas suicidas y mejorar la información de los pacientes y de las personas de su entorno.

"A pesar del trabajo realizado para la prevención del suicidio, desde la unidad de Salud Mental del Hospital Regional Universitario de Málaga hemos trabajado con el objetivo de acortar los tiempos. Tras observar cómo trabajan otras unidades en patologías urgentes, como el 'Código ictus' o 'Código infarto', decidimos poner en marcha el 'Código suicidio' para abordar de forma exhaustiva el seguimiento del paciente atendido en las Urgencias tanto de Pediatría como de adultos", agrega Bordallo.

La responsable de este programa, la psiquiatra Maribel Gómez del Cid, explica que la implantación ha requerido de la implicación y el trabajo de profesionales de numerosas áreas y categorías: "Sabemos por estadística que los primeros días tras un intento de suicidio son cruciales, porque es donde hay más riesgo de que se vuelva a repetir, de ahí que garantice esta asistencia en las primeras horas".

El 'Código suicidio' se activa cuando los profesionales de Urgencias detectan el riesgo y derivan la atención al equipo de Psiquiatría, que realiza un cribado del nivel del riesgo a través de una escala de valoración. "Dicho cribado consiste en una serie de preguntas, recogidas en Diraya de Urgencias, que evalúan el riesgo y se registra en agenda de teleconsulta por parte del psiquiatra de guardia. Tras esta valoración, el equipo de enfermería de salud mental garantizará un acompañamiento de estos pacientes mediante consulta telefónica y la gestión de una cita presencial en los equipos comunitarios", asegura Gómez del Cid.

Al alta, el paciente recibe un tríptico informativo con recomendaciones para él y sus familiares, en el que se recogen diferentes recursos y los cuidados al alta, un plan de seguridad, y nociones del seguimiento para la recuperación. El paciente atendido en Urgencias por tentativa de suicidio ha de consentir participar en este programa preventivo para que el equipo enfermero le haga un seguimiento. La enfermera especialista en salud mental contactará por teléfono entre las 24 y 72 horas.

El coordinador de cuidados de Salud Mental del Hospital Regional Universitario, Juan Antonio García, explica que en la teleconsulta inmediata se pregunta al paciente cómo está, si ha tenido más ideas suicidas, se valora el plan de seguridad y si va a acudir a la cita de referencia. La coordinación con el equipo de salud mental comunitaria es vital, puesto que desde allí se detecta a posteriori si ha acudido no. "Si no lo hace, el equipo enfermero contacta para averiguar los motivos y animarle a hacerlo, además de proporcionarle toda la información y consejos que requiera", agrega.

Según las Estadísticas de Defunción por Causa de Muerte 2019 del Instituto Nacional de Estadística (INE), en Andalucía en 2019 se produjeron 640 suicidios, 478 (74,7%) fueron de hombres y 162 (25,3%)de mujeres. En España fallece por suicidio un promedio de 10 personas al día, con 3.671 muertes por suicidio ese año. Además, fue la segunda causa de muerte en la juventud española (de 15 a 29 años), después de los tumores.