Comienza el plazo de presentación de proyectos de regadío con aguas regeneradas, que recibirán 165 millones

SEVILLA 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha abordado este miércoles la apertura del plazo para la presentación de los proyectos que serán seleccionados para acceder a las ayudas del Plan de Aguas Regeneradas para el Regadío de Andalucía (Plan Parra), que concluirá el 30 de noviembre de este año.

Este miércoles el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) ha publicado la orden de este proyecto, que el Gobierno andaluz ha presentado como "acompañar a los regantes andaluces en su transición hacia modelos más sostenibles y eficientes en el uso de los recursos naturales".

La Junta ha explicado en una nota que, con un presupuesto previsto de 165 millones de euros, el Plan Parra se enmarca en el apartado del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Andalucía 2014-2022 para inversiones en infraestructuras de regadíos y en instalaciones y equipamientos asociados incluidos en actuaciones declaradas de Interés General.

Esos 165 millones se financiarán con aportación de la Unión Europea, a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), así como de la Junta de Andalucía y del Estado.

La Junta de Andalucía ha señalado que su aspiración con el Plan Parra es "el aumento de la garantía de suministro de agua para consumo humano" por cuanto el uso aguas regeneradas en el regadío permite reducir la dependencia del sector agrícola de los recursos tradicionales, como las aguas superficiales y subterráneas, que de esa forma garantizarían más disponibilidad para otros usos.

Defiende también la mejora la rentabilidad de la agricultura al aportar agua rica en nutrientes que permite a los productores reducir el gasto en fertilizantes.

UNA OBRA NO INICIADA Y SIN FINANCIACIÓN EUROPEA PREVIA

Entre los requisitos para que una comunidad de usuarios de agua pueda presentar un proyecto al Plan Parra se incluyen la obligatoriedad de que la obra no se haya iniciado ni cuente con financiación europea previa.

Los solicitantes deben disponer de las autorizaciones necesarias para construir las nuevas infraestructuras, tener plena disponibilidad de los terrenos necesarios para su ejecución y contar con los derechos de uso de agua.

Los regantes deben comprometerse a mantener las infraestructuras durante al menos cinco años y hacerse cargo de determinados gastos relacionados con las iniciativas como la redacción del proyecto, la coordinación de seguridad y salud o la asistencia técnica a la dirección de la obra, entre otros costes indirectos.

La Junta de Andalucía sitúa el Plan Parra como una de las acciones que está poniendo en marcha en los últimos años para hacer frente al déficit hídrico de Andalucía, ya que se sitúa como una región especialmente afectada por el cambio climático por unos niveles bajos o muy concentrados de pluviometría unidos a una alta evaporación de agua debido al incremento de las temperaturas.

Andalucía es actualmente la primera comunidad autónoma de España en cuanto a superficie de regadío al superar los 1,1 millones de hectáreas, dato que supone el 29% del total nacional, de manera que la Administración autonómica sitúa la ejecución de las actuaciones incluidas en el Plan Parra como "un avance en sostenibilidad y una mejora de la rentabilidad de una importante extensión dedicada al cultivo de alimentos".