Archivo - Cargador de un dispositivo móvil. - Eduardo Parra - Europa Press - Archivo
SEVILLA 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía, con motivo del Día Mundial del Ahorro Energético, recuerda que las decisiones cotidianas de los consumidores en sus hogares y también en sus compras son fundamentales para reducir el consumo energético y construir un modelo de consumo más sostenible y responsable.
Una recomendación para lograr este objetivo es evitar el conocido como 'consumo vampiro', desconectando los aparatos eléctricos cuando no estén en uso, así como retirar los cargadores de los enchufes una vez hayan cumplido su función. Los dispositivos en modo 'stand by' y los cargadores conectados continúan consumiendo energía, aunque no estén funcionando, lo que incrementa innecesariamente el gasto eléctrico, advierte la Junta en un comunicado.
Ante esto, la Administración plantea conectar varios aparatos en regletas de conexión múltiple con interruptor propio para que al desconectarlo se apaguen todos los aparatos al mismo tiempo. Además, apostar por productos y equipamientos eficientes contribuye no sólo al cuidado del medio ambiente, sino también a un ahorro económico a largo plazo. En este sentido, se recomienda optar por bombillas LED o de bajo consumo con una calificación energética alta, ya que proporcionan una mayor durabilidad y reducen de forma considerable el gasto eléctrico.
En aquellas estancias donde sea necesario mantener la iluminación durante más tiempo, se aboga por el uso de tubos fluorescentes. Es fundamental aprovechar al máximo la luz natural y reducir el uso de iluminación artificial siempre que sea posible. A la hora de adquirir nuevos electrodomésticos, como lavadoras, secadoras, lavavajillas, frigoríficos o televisores, así como dispositivos como teléfonos móviles y tabletas, se aconseja comprobar siempre su etiquetado energético.
Este sistema de clasificación, que va de la letra A (mayor eficiencia) a la G (menor eficiencia), utiliza una escala de colores que permite identificar de forma sencilla aquellos productos con un menor consumo energético. En las tareas domésticas, pequeños cambios de hábito también ayudan a optimizar el uso de la energía: utilizar el lavavajillas y la lavadora sólo cuando estén completamente cargados, preferir los programas a baja temperatura o planchar la ropa de una sola vez son acciones que, además de reducir el consumo, prolongan la vida útil de los aparatos.
La vivienda también es un factor clave para el ahorro energético. En las fechas con bajas temperaturas, es recomendable subir las persianas durante el día y cerrarlas por la noche para minimizar la pérdida de calor. En materia de movilidad, podemos contribuir al ahorro energético reduciendo el uso del vehículo privado y optando por el transporte público y, siempre que se pueda, por la bicicleta y otros vehículos sostenibles de movilidad personal.
Asimismo, en el caso de utilizar vehículo propio, puede mejorarse la eficiencia energética mediante el uso de neumáticos con mejor calificación, identificables gracias al etiquetado que también evalúa su impacto en el consumo. Para la conducción eficiente, es preferible el uso de marchas largas y circular a una velocidad uniforme, evitando acelerones.