Publicado 14/12/2024 12:55

La Plataforma de Medicina Computacional, "clave" en el desarrollo de proyectos con bioinformática e IA

Plataforma de Medicina Computacional
Plataforma de Medicina Computacional - JUNTA DE ANDALUCÍA

SEVILLA 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Salud y Consumo ha subrayado este sábado que la Plataforma de Medicina Computacional de la Fundación Progreso y Salud, entidad dependiente del departamento que lidera la consejera Rocío Hernández, se ha consolidado como una estructura "clave" para el desarrollo de proyectos de investigación en salud mediante técnicas bioinformáticas e inteligencia artificial.

En un comunicado, ha explicado que los científicos de esta área, liderados por el investigador Joaquín Dopazo, quien recientemente ha ingresado en la Real Academia Nacional de Medicina, han publicado 14 artículos científicos en revistas de "alto impacto" y han estado presentes en 71 eventos de interés científico-técnico durante 2024.

En palabras de la Consejería, la Plataforma de Medicina Computacional se concibe como una pieza clave para el desarrollo y la implantación de la medicina personalizada en el seno del Sistema Sanitario Público de Andalucía y desarrolla su actividad en base a cuatro líneas de trabajo concretas. De una parte, el análisis genómico avanzado para el diagnóstico, actividad que se centra en investigar los genomas de los pacientes y, concretamente, en buscar mutaciones causantes de enfermedad. "Con procesamientos bioinformáticos buscamos qué diferencias hay entre la genética del paciente y la del individuo sano. Esto permite encontrar la causa de la enfermedad y ofrecer un diagnóstico", explica Dopazo.

Por otra parte, los científicos de esta plataforma realizan también trabajos de vigilancia epidemiológica analizando los datos genómicos de los virus y haciéndoles un seguimiento para controlar tanto su circulación como las apariciones de nuevas variantes. Desde la irrupción del Covid-19, en esta estructura de investigación se analizan muestras de pacientes con esta enfermedad para conocer mejor el comportamiento del SARS CoV-2, cómo se ha transmitido en Andalucía desde los inicios, cuáles han sido las zonas con un mayor índice de contagio y también cómo han influido las medidas sanitarias que se han ido implantado, entre otros aspectos.

Estos trabajos se desarrollan en el seno de un circuito estable puesto en marcha en los inicios de la pandemia por el Covid-19 y coordinado por la Plataforma de Medicina Computacional con el soporte del Servicio Andaluz de Salud (SAS). "Pionero en España, y con más de 40.000 genomas de virus secuenciados ya, este sistema de trabajo ha recibido diversas menciones y se ha erigido como un ejemplo a seguir en el control, no sólo de la pandemia por el coronavirus, sino por su papel relevante durante el brote de viruela del mono y los brotes periódicos de virus de fiebre del Nilo, erigiéndose como herramienta eficaz en posibles futuras alertas sanitarias", ha destacado Salud y Consumo.

La secuenciación genómica se realiza también con otros virus como la gripe o el virus respiratorio sincitial. Además, en colaboración con la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica se ha desarrollado una herramienta para el control epidemiológico de patógenos bacterianos, tanto ambientales como hospitalarios, que "permite detectar cadenas de transmisión y puede lanzar alertas sobre estas a los profesionales de Salud Pública y del sistema hospitalario". Actualmente contiene más de 3000 genomas de siete especies de bacterias.

LA BASE POBLACIONAL DE SALUD, "UN RECURSO VALIOSO"

Otra línea de trabajo de esta plataforma de investigación se centra en generar evidencia mediante el análisis de datos de mundo real (RWD, por las siglas en inglés real world data) que son todos aquellos referidos a la salud de los pacientes y la prestación de servicios sanitarios que se recopilan de forma rutinaria y desde distintas fuentes de información, como las historias clínicas electrónicas, los registros de medicamentos o la información de salud procedente de dispositivos móviles, entre otras. En Andalucía, estos datos se almacenan en la Base Poblacional de Salud (BPS) del Sistema Sanitario Público de Andalucía, "un valioso y extenso recurso" de historia clínica electrónica puesto en marcha en 2001, ha puesto en valor la Junta, para sostener que, con más de 15 millones de registros de usuarios acumulados desde entonces, la BPS representa "uno de los repositorios de datos clínicos más extensos del mundo".

"Con esta línea de actividad podemos hacer todo tipo de estudios retrospectivos", señala el director de la Plataforma de Medicina Computacional, Joaquín Dopazo. Por ejemplo, ha afirmado, "hemos podido desarrollar un predictor temprano de cáncer de ovario a partir de los datos que se han ido registrando de forma pasiva en el sistema de salud. La idea es que seamos capaces de adelantarnos al diagnóstico de esta enfermedad a partir de información como analíticas de sangre, enfermedades previas, medicación usada". En base a estos datos se creó un modelo "que los aprende a identificar un patrón de uso del sistema de salud previo a que aparezca la enfermedad, siendo así capaz de realizar una previsión y adelantarse a un diagnóstico de cáncer de ovario".

Por último, los investigadores de esta plataforma mantienen una línea de trabajo de carácter transversal que pasa por el desarrollo de softwares para optimizar el manejo de datos genómicos y que "los profesionales clínicos puedan aplicarlo con los pacientes". En este sentido, han creado diversas bases de datos poblacionales de distintas patologías en España que sirven de consulta para identificar las variantes más comunes de las enfermedades.

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