Publicado 19/11/2018 14:34

Premio de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Primaria al Servicio de Farmacia del Distrito Aljarafe de Sevilla

SEVILLA, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (Sefap) ha concedido recientemente el segundo premio de investigación al proyecto liderado por el Servicio de Farmacia de Atención Primaria del Distrito Sanitario Aljarafe Sevilla Norte.

La Junta ha indicado en una nota que el proyecto de investigación, titulado 'Efectividad de la revisión de la medicación en pacientes polimedicados', ha tenido una duración de cuatro años y medio y recibió una financiación del Instituto Nacional Carlos III (FIS). El estudio ha contado con la participación de médicos, enfermeros y farmacéuticos de atención primaria de siete Distritos o Áreas de Salud de Andalucía, ubicados en las provincias de Cádiz, Huelva, Sevilla, Málaga y Jaén, colaborando 14 Unidades de Gestión Clínica.

El trabajo se desarrolló con el asesoramiento metodológico del Servicio de Promoción de Uso Racional del Medicamento de la Subdirección de Farmacia y Prestaciones del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía (Aetsa).

El objetivo del proyecto fue evaluar si la retirada de potenciales problemas de seguridad en la prescripción se relacionaba con una reducción en eventos y una mejora de los resultados de salud en pacientes mayores y polimedicados --en tratamiento con cinco o más fármacos--.

María Carmen Montero, farmacéutica de atención primaria del Distrito Aljarafe y Sevilla Norte e investigadora principal del proyecto, ha presentado algunos resultados preliminares del proyecto en el ultimo Congreso de la Sefap, celebrado en Valencia.

El análisis se ha centrado en la relación del consumo de benzodiacepinas y el riesgo de caídas en la población mayor y polimedicada, especialmente frágil frente a estos tratamientos.

A lo largo del estudio, se han impartido periódicamente sesiones en los centros de salud participantes, donde se recordaba el riesgo de caídas con estos fármacos y se presentaban las últimas evidencias científicas, en relación al riesgo de deterioro cognitivo, alzheimer e incluso cáncer, con un uso crónico y continuado. Los foros de discusión entre los profesionales, durante dichas sesiones, fomentaron la deprescripción de las benzodiacepinas y permitieron analizar las barreras y facilitadores para su consecución.

La variable principal del estudio fue el tiempo hasta que el paciente sufría una caída. Se evaluaron, como variables secundarias, la edad, el sexo, las comorbilidades y otros tratamientos concomitantes. Se realizó un análisis exploratorio, descriptivo, bivariante y de supervivencia, utilizando Curvas de Kaplan-Meier y modelos de Regresión de Cox.
La muestra analizada fue de 228 pacientes, mayoritariamente femenina (73%), con una edad media de 74 años y a la que se realizó un seguimiento durante 1.085 días (3 años). El 25 por ciento de los pacientes consumió benzodiacepinas durante 850 días, un 50 por ciento durante 484 días y un 75 por ciento durante 184 días. Un total de 54 pacientes (24%) sufrieron una caída y de ellos, 28 (52%) se fracturó.

Los datos obtenidos muestran que aquellos pacientes que estaban en tratamiento con dos o más benzodiacepinas tenían hasta tres veces más riesgo de caídas que aquellos que no las consumían o tomaban solo una de forma continua o intermitente. La edad, el sexo u otras comorbilidades no afectaron a dichos resultados. Otros fármacos, como los antidepresivos y los corticoides orales, presentaron también un riesgo de caída de 1,99 y 2,34 veces más, respectivamente, frente a los pacientes que no consumían estos tratamientos. Aquellos que tomaban de forma concomitante benzodiacepinas y antidepresivos se cayeron antes, a lo largo del tiempo de seguimiento, con respecto a los que solo consumían benzodiacepinas. Al final del estudio, se alcanzó una reducción del 48 por ciento en el consumo de benzodiacepinas.

Los resultados muestran la importancia de la incorporación de la revisión de la medicación a las actividades de los equipos médico-enfermero de atención primaria. La intervención dirigida a la mejora de la adecuación de los tratamientos en pacientes mayores y polimedicados es una actividad esencial para reducir el riesgo de potenciales efectos secundarios y con ello, optimizar los resultados en salud.