Ayesa afirma que no se puede hablar de "oleadas" de cartas de extorsión de ETA, sino de "envío continuado" de misivas

Asegura que el envío de cartas "se ha multiplicado por una cantidad importante" y ha aumentado la cuantía exigida por la banda

Europa Press País Vasco
Actualizado: jueves, 28 febrero 2008 14:33

BILBAO, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), José Manuel Ayesa, afirmó hoy en Bilbao que, desde el fin del alto el fuego de ETA, no se puede hablar de "oleadas" de cartas de extorsión por parte de la banda armada, sino de "un envío continuado" de misivas que se producen de forma semanal y quincenal. Además, aseguró que la remisión de misivas "se ha multiplicado por una cantidad importante" y ha aumentado la cuantía económica exigida por ETA.

Ayesa se refirió, de esta forma, a una información aparecida hoy en un rotativo estatal, en la que asegura que la banda armada ha remitido una nueva oleada de cartas de extorsión, que ha comenzado a ser detectada en la primera quincena de este mes y que llevan fecha de febrero.

En una rueda de prensa celebrada en la capital vizcaína tras el encuentro entre la Ejecutiva de la Sociedad de Empresarios Vascos (SEV) y una delegación de la patronal navarra, el máximo representante de la CEN manifestó que, desde que finalizó "la mal llamada tregua" de ETA, no se puede hablar de "oleadas" de cartas de extorsión, sino de "un envío contínuo" de misivas que se producen semanal o quincenalmente.

Tras señalar que, a excepción de diciembre de 2007, todos los meses han tenido conocimiento "de forma aislada" de dos, tres o cuatro cartas, indicó que se ha constatado que el envío de cartas "se ha multiplicado por una cantidad importante" y también ha aumentado la cuantía del dinero que se les exige.

"Yo no hablaría de oleadas, sino de un envío continuado de cartas que se intensifican más o menos en distintos periodos", agregó Ayesa, quien apuntó que también se reciben cartas en otros puntos del Estado.

Ayesa afirmó que no le gusta que le llamen "valiente" por su denuncia de la extorsión de ETA porque se ha limitado a actuar con "responsabilidad" ante la confianza que los empresarios navarros depositaron en él cuando le nombraron presidente de la CEN.

El presidente de la patronal navarra afirmó que "la discreción histórica" que ha existido sobre la extorsión ha creado "un problema importante", ya que ha llevado a que se le dé "muy poca importancia" en el ámbito político y se pongan en práctica "muy pocas medidas para terminar con esta lacra". A su juicio, es un problema que "debe preocupar a las autoridades" y deben poner "un mayor empeño" en resolverlo.

En relación a la postura de Confebask ante la extorsión de ETA, aseguró que su "actitud de no denuncia o de ignorar este tipo de terrorismo, que no deja de ser otra cosa, ha cambiado sustancialmente en los últimos tiempos"

Por otra parte, respecto a la tesitura de los empresarios amenazados, indicó que el pago a ETA penalmente es condenable y también desde el punto de vista "ético y moral". No obstante, aseguró que le "merecen todo su respeto" todas las personas que "ceden a la extorsión" porque existen una serie de "condicionantes personales que difícilmente se pueden superar".

SIN DEBILIDAD

No obstante, quiso advertir a los empresarios extersionados que "no pueden mostrar ningún signo de debilidad" porque sitúa a esa persona "en el punto de mira". En concreto, indicó que no les exime de pagos futuros, el hecho de que, en un momento determinado, hayan accedido al chantaje de ETA.

Por otra parte, Ayesa destacó que comparten opiniones con el SEV y quiso dejar claro su "tremendo respeto" hacia Confebask, Cebek, Adegi y SEA. "Nada más lejos de mi intención herir alguna susceptibilidad de estas organizaciones tan queridas para nosotros", señaló.

En su comparecencia, señaló que mantiene una relación "entrañable" con el País Vasco y manifestó que vascos y navarros tienen "bastantes problemas en común" y, para buscar soluciones, es necesario que exista entre ambas comunidades caminen "unidas" y mantengan "una relación fluída y una comunicación permanente" que, a su juicio, no se puede "quebrar" por razones políticas.

También destacó que en la CEN tienen una idea "clara" sobre Navarra y apuestan por una comunidad "diferenciada y unida a un proyecto común que es España. "Pertenecemos a un proyecto común que es España", indicó.

BENEDI

Por su parte, el presidente de la Sociedad de Empresarios Vascos, Ricardo Benedí, afirmó que no le sorprende la noticia de que haya "una nueva oleada" de cartas de ETA y aseguró que han sido muchos los miembros de su organización que han recibido cartas y precisó que él, en concreto, ha sido destinatario de cuatro misivas en los últimos dos años y medio.

Benedí, miembro del Foro Ermua, afirmó que a la ciudadanía le va a parecer una revelación "explosiva" que en los últimos años ETA ha remitido entre 70 y 100 cartas mensuales, exigiendo entre 70.000 y 150.000 euros. "Hay que imaginarse el sufrimiento de todas esas personas, de todas esas familias, es muy doloroso", afirmó el presidente del SVE, quien señaló que son "muchisímos miles" los amenazados en Euskadi y Navarra.

En su comparecencia, recordó que la primera vez que recibió una carta se quedó "encerrado durante media hora" de su despacho y destacó que empezó a recibir cartas de extorsión cuando comenzó a pronunciarse políticamente como, por ejemplo, rechazando el Plan Ibarretxe. "ETA terminó por darse cuenta de que yo existía y que era un portavoz de opinión contrario a los intereses de la banda terrorista, y ahí se me empezó a complicar la vida", indicó.

Tras rechazar que se acceda al chantaje de ETA porque "pagar es inmoral", destacó que no se ha planteado, en ningún momento, pagar a ETA el denominado impuesto revolucionario. "No puedo pagar para salvar mi vida y que ese dinero se destine a matar a otros", señaló.

Además, indicó que, si pagase sólo un euro" a la banda armada, no tendría la conciencia tranquila, sabiendo que con ese dinero se van a financiar actividades de ETA. Precisamente, apuntó que a ETA se le destruye "acabando con sus finanzas".

No obstante, reconoció que el miedo es "libre" y entienden que la gente tenga ese sentimiento, pero, en ese caso, defendió la idea de "desarraigar, pero nunca pagar".

Por otra parte, quiso dejar claro que el SEV es un foro de opinión política social y ecónomica y no son ninguna "escisión, ni oposición" de ninguna patronal u organización empresarial. En este sentido, indicó que se siente "muy orgulloso" de pertenecer a Confebask. No obstante, apuntó, en relación a su actitud a la hora de denunciar la extorsión, que le gustaría que "se implicara más en este tema".

Ricardo Benedí afirmó que "no están enfrentados a nadie, nada más que a ETA a la extorsión y a cualquier acción política venga de donde venga que esté poniendo en peligro la democracia de nuestro País Vasco y la seguridad y libertad de las personas y de los colectivos".

El presidente del SEV señaló que la situación de terrorismo está teniendo consencuencias en la economía porque se pierden inversiones de capital extranejero, PIB, capacidad de empleo y población.

Benedí, que defendió la Constitución y el Estatuto y rechazó la negociación con ETA, se mostró muy crítico con el referéndum planteado por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, por lo que supone de "desestabilización de la armonía y de la convivencia ciudadana y particularmente de la viviencia económica".

En este sentido, manifestó que "poner en peligro la estabilización socioecónomica" supone "poner en peligro a las empresas". Benedí indicó que tienen una "avalancha" de argumentos para rechazar la iniciativa del lehendakari y apuntó que el 70 por ciento de los productos vascos se venden a España y, "si nos separamos", cree que se daría un boicot.

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