Condenado a ocho años de cárcel por intentar matar en Bilbao a su expareja a la que agredía habitualmente por celos

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Juzgados Bilbao - EUROPA PRESS - Archivo
Publicado: martes, 18 febrero 2020 16:11

Cuando se encontraba en el calabozo del Palacio de Justicia, el acusado escribió: "No te preocupes, tarde o temprano morirás"

BILBAO, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Bizkaia ha condenado a un individuo a ocho años de cárcel por intento de homicidio, al golpear y asestar dos cuchilladas en Bilbao a su expareja, a la que agredía habitualmente por celos. Cuando se encontraba en el calabozo del Palacio de Justicia, en situación de prisión provisional, escribió: "No te preocupes, tarde o temprano morirás".

La sentencia señala que el procesado mantuvo una relación sentimental con la víctima desde 2014 hasta aproximadamente principios de 2017, marcada por "la dominación psicológica" del acusado sobre la mujer. Éste no soportaba que se vistiera con ropa que él consideraba "llamativa" para los hombres, como, por ejemplo, tacones. Tampoco llegó a asimilar la ruptura sentimental entre ellos.

A finales de 2016 y hasta mayo del siguiente año, la víctima sufrió varios episodios de agresión por parte del encausado en diferentes lugares de Bilbao (en la parada de autobús, junto a un frontón o en las inmediaciones de un colegio) por la forma en la que iba vestida o porque la mujer quería ir a alguna fiesta.

Estas agresiones estaban dirigidas, según la resolución judicial, a "doblegar la voluntad de ella" e impedirle "que llevara una vida normal y se desarrollara conforme a su criterio en la vida diaria". Además, le pedía dinero, que ésta le entregaba contra su voluntad.

En este contexto, el día 9 de julio de 2017, sobre las 9.00 horas aproximadamente, el encausado se dirigió al domicilio donde ella residía y discutieron porque ésta había iniciado una relación con otra persona, con la que tenía una cita.

El acusado la impidió salir de casa y, "con ánimo de acabar con su vida", le propinó varios puñetazos y patadas. Agarrándola del pelo, le puso un cuchillo 30 milímetros de ancho en el cuello, al tiempo que le decía que "la mataría" y que "se lo iba a clavar".

Posteriormente, le insertó el cuchillo, primero, en la zona central de la espalda, cerca de los riñones, y después en el abdomen, "dejándola tumbada boca arriba". Luego abandonó corriendo del lugar, convencido de que había matado a su expareja o, al menos, "a sabiendas de que, si no acababa con su vida, le causaría grandes sufrimientos físicos".

La sentencia apunta que el encausado no consiguió su objetivo de acabar con su vida porque, cuando él se fue del lugar, ella pudo pedir ayuda y ser trasladada a un centro hospitalario, donde consiguieron salvar su vida.

Tras la huida, ese mismo día, el acusado tiró el cuchillo a las vías del tren para evitar ser descubierto por las autoridades. Luego acudió al encuentro de dos amigos, que le proporcionaron prendas de ropa para cambiarse, porque la suya estaba manchada de sangre, y le guardaron y escondieron durante varios días la sudadera que llevó en el momento del intento de homicidio. No obstante, el tribunal apunta que no consta que conocieran los hechos o tuvieran ánimo de ayudarle en su plan para que no fuera descubierto.

PRISIÓN PROVISIONAL

El acusado ingresó en prisión provisional por estos hechos y, cuando se encontraba en los calabozos del Palacio de Justicia de Bilbao, el día 18 de julio de 2017, realizó en las paredes un dibujo y una pintada de la víctima, con el objetivo de amedrentarla, porque sabía que estaba personada en la causa como denunciante, y tendría conocimiento de lo que él había hecho. Con este fin, escribió: "No te preocupes, tarde o temprano morirás", y, otras pintadas, en que se leía, "V de vendeta" e insultos.

Además de las graves heridas físicas que sufrió por el intento de homicidio, la mujer presentaba "ansiedad reactiva" que experimentó mejoría con medicación. No obstante, posteriormente acudió urgencias al presentar "conductas extrañas", ya que se quedaba hablando sola ante el espejo, pensaba que la gente le miraba y tenía miedo de que la hicieran daño. Por las noches, veía imágenes de la agresión que sufrió por su expareja y escuchaba voces y sufría alucinaciones.

La Audiencia Provincial de Bizkaia ha condenado a siete años y medio de cárcel al encausado por intento de homicidio y a seis meses de prisión por maltrato habitual, así como a la prohibición de tenencia de armas y de comunicarse o acercarse a la víctima, a su domicilio o cualquier otro lugar que frecuente durante el tiempo de la condena.

También le impone una pena de 216 días de trabajos en beneficio de la comunidad por tres delitos de maltrato, otro de amenazas y un quinto de coacciones en el ámbito familiar. Además, tendrá que pagar 4.000 euros por las lesiones que causó a su expareja y 15.000 por las secuelas que ésta sufrió.

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