Un agente usó una escalera de bomberos para entrar al piso de la mujer, que fue ingresada en una unidad psiquiátrica
VITORIA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un hombre de 32 años de edad y una mujer de 40 fueron detenidos ayer en Vitoria por agredir a una patrulla de la Policía Local que se presentó en su vivienda para reclamarles que bajaran el volumen de la música que escuchaban. La mujer, que golpeó a un agente en la cara con una estampa de la Virgen y, al caer ésta al suelo, le propinó un tortazo, para luego tratar de agredirle con un cuchillo, sólo pudo ser detenida después de que un policía, haciendo uso de una escalera de bomberos, rompiera una ventana del balcón para entrar en el piso.
Los hechos ocurrieron poco antes de la una de la madrugada en una vivienda de la Avenida Juan Carlos I a la que los agentes de la guardia urbana se desplazaron para solicitar a sus moradores que bajaran el volumen de la música tras haber realizado una medición de ruidos, según informó hoy la Policía local en un comunicado.
Al abrirse la puerta del piso, los agentes observaron la presencia de un hombre y de una mujer. Esta última, con "grandes aspavientos y diciendo cosas extrañas", bailaba en el recibidor. En un momento dado, la mujer desapareció del hall y reapareció con una estampa de la Virgen, que colocó a los agentes a pocos centímetros de la cara.
Tras pedirle que retirara la imagen, la mujer persistió en su conducta, llegando incluso a dar un golpe al agente en la nariz con la imagen. Éste le retiro la mano y la imagen cayo al suelo, ante lo cual, la mujer propinó un tortazo en la cara al agente.
Al tratar de reducir y detener a la mujer, el compañero de ésta intentó de golpear a los agentes, por lo que, tras un fuerte forcejeo con el hombre, acompañado de continuos insultos, los policías soltaron a la mujer para tratar de reducirlo a él. Cuando ya tenían sujeto al varón, la mujer, que se había introducido en el domicilio, se acercó a los agentes por la espalda y con un cuchillo en la mano.
Al percatarse uno de los agentes, se giró para evitar el ataque, momento en que la mujer entró en el domicilio y se encerró con llave por dentro, ya que esto estaba ocurriendo en el rellano de la escalera, frente a los ascensores comunitarios.
BOMBEROS
Una vez inmovilizado el hombre, se requirió apoyo de las patrullas. Desde el domicilio se oían voces que parecían de la mujer, la cual, además de proferir insultos, decía "cosas extrañas", alternado cánticos con gritos, ya que, al parecer, "no se encontraba bien psíquicamente".
Tras requerirle en numerosas ocasiones que abriera la puerta, y ante el incremento de su estado de nerviosismo, que le llevó a tirar objetos por la ventana, y de las amenazas que vertía sobre su propia integridad física, se solicitó la presencia de los bomberos con el fin de acceder a la vivienda, en un segundo piso, por una de las ventanas.
Uno de los agentes, que accedió al balcón de acceso a la cocina por una escalera, rompió un cristal e introdujo la mano hasta asir la manilla de la puerta, con lo que logró acceder al interior del piso. No obstante, la mujer se hallaba encerrada en el baño y, ante el temor de que se autolesionara, los policías derribaron la puerta y procedieron a esposarla.
El hombre fue trasladado a dependencias policiales y la mujer al Servicio de Psiquiatría del Hospital Santiago Apóstol, donde aún se encuentra. Ambos están acusados de un presunto delito de atentado a agentes de la autoridad.
