BILBAO 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
Dos varones de 29 y 32 años de edad fueron detenidos este pasado domingo en Bilbao, tras ser sorprendidos 'in fraganti' mientras robaban en un piso situado en el barrio de Txurdinaga, al que accedieron tras forzar la cerradura de la puerta a la que previamente le extrajeron la mirilla para cerciorarse de que no había nadie en el interior, según ha informado el Departamento vasco de Interior.
En los últimos meses, la Ertzaintza había puesto en práctica en la capital vizcaína un plan de acción específico para la prevención de robos en domicilios. Uno de los operativos establecidos permitió el domingo la detención de dos individuos, integrantes de una banda especializada en esta modalidad delictiva.
La secuencia de los hechos se inició minutos antes de las tres de la madrugada del domingo, en un inmueble de viviendas sito en la calle Julian Gaiarre del barrio de Txurdinaga de Bilbao. A esa hora, la Ertzaintza tuvo constancia de que un individuo había accedido al edificio a través de una de las ventanas de la escalera. Agentes que formaban parte del citado dispositivo preventivo accedieron al edificio y llegaron a la planta donde los ladrones habían actuado.
Los autores extrajeron la mirilla de la puerta de uno de los pisos y, tras comprobar que no había nadie dentro, forzaron la cerradura. Tal y como pudieron comprobar los ertzainas al llegar al rellano de la escalera, antes de entrar a robar, los ladrones habían taponado con papel las mirillas del resto de manos de la planta, al objeto de evitar ser vistos por los vecinos desde el interior de sus domicilios.
Al detectar la presencia policial, los dos autores del robo abrieron la puerta de acceso y abordaron a los agentes propinando patadas y puñetazos para abrirse paso en su intento de fuga. Los agentes repelieron la agresión y, tras lograr reducirlos, procedieron a su detención.
Los arrestados llevaban consigo la herramienta presumiblemente utilizada para reventar las cerraduras, entre ellas, una llave de perro, otra inglesa, un destornillador y una varilla a modo de ganzúa. Además, ambos llevaban guantes en sus manos para evitar dejar huellas. Los agentes les ocuparon diversas joyas y artículos de valor de las que habían tenido tiempo de apoderarse.