Calificam el Diálogo Social de propaganda con efecto "narcótico" que busca "blindar" el actual modelo económico
SAN SEBASTIAN, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los secretarios generales de ELA y LAB, Adolfo Muñoz y Ainhoa Etxaide, respectivamente, se comprometieron hoy al "rearme social, cultural y político" para "darle la vuelta" a la actual crisis y lograr un nuevo modelo económico y social, frente a un diálogo social que es mera "propaganda" y que sólo busca contribuir al ajuste "contra la clase trabajadora, uniformizar el Estado en materia social, laboral y política" y lograr que "quienes legitiman se fraude obtengan financiación pública".
ELA, LAB, EHNE, STEE-EILAS e HIRU, sindicatos que llevaron a cabo la huelga general del pasado 21 de mayo, celebraron hoy en el polideportivo José Antonio Gasca de San Sebastián una asamblea de delegados que contó con la asistencia de más de 2.000 personas, a la que siguió una manifestación, desde Anoeta hasta la Diputación de Gipuzkoa, bajo el lema 'Krisiaren aurka eredu berri bat. Por un modelo económico y social justo'.
Muñoz enmarcó esta movilización en el "gran esfuerzo informativo" que se requiere "para quitar a la propaganda" de los Gobiernos vasco y navarro "todo su efecto narcótico en la sociedad", para añadir que PNV, PP, PSE, UPN mantienen "acuerdo en lo esencial y de lo que hablan es maquillaje". "La política en las Administraciones se ha convertido en un juego de simple suma aritmética alejada por completo de alternativas", añadió.
En este sentido, afirmó que el Diálogo Social sólo busca "ayudar a 'administrar sin problemas' el ajuste contra la clase trabajadora"; que quienes "legitiman ese fraude obtengan dinero público"; y "uniformizar el Estado en materia social, laboral y política" desde una "involución sistemática en materia de autogobierno".
A su juicio, las Administraciones "no quieren cambiar nada" y, tras "utilizar el Concierto y el Convenio para descapitalizar lo público", ahora "se niegan a endeudarse lo necesario" y presentan presupuestos con un seis por ciento de reducción de gasto, "una llamada a continuar en la recesión".
Además, opinó que "les ha desbordado la situación económica" y, por eso, "tienen mucho miedo a que la sociedad, con un trabajo sindical y social de hormiguita" se vayan "trasladando alternativas" que "quiten todo lo que no es más que absolutamente propaganda, lo que están haciendo todos los gobiernos".
Muñoz advirtió de que "el poder quiere resignación, una sociedad anodina, desinformada y desmovilizada" y, por ello, se comprometió a la "socialización y la movilización" a un "rearme social, cultural y político para darle la vuelta a la situación".
Por su parte, Etxaide criticó que, en una situación en la que la "avaricia ha llegado a su tope", las instituciones "ofrecen blindar el modelo económico y social con mucho debate estéril", así frente a la "confrontación mediática siempre queda el acuerdo sobre salvaguardarlo" y se debate sobre "presupuesto para grandes infraestructuras" mientras seguirá "faltando para abordar la política social".
"SOCIALIZAR PERDIDAS"
A su juicio, los gobiernos vasco y navarro únicamente hablan de "privatizar beneficios y socializar pérdidas", mientras "lo que en su día ganaron, siguen ganando y perdemos todos menos ellos". En este sentido, consideró que la mesa de diálogo social puesta en marcha por el Gobierno Vasco, con la ausencia de ELA y LAB, "con estos objetivos, no es más que un llamamiento a participar en el debate de cómo se van a socializar las pérdidas y cómo se van a tomar medidas para que parezca que se hace algo sin hacer nada".
"Eso es lo que se nos ofreció y a lo que dijimos que no y volvemos a decir que no", afirmó, para añadir que las instituciones "no ofrecen una apuesta decidida y clara por una alternativa real", aunque "las cosas se pueden cambiar".
De esta forma, se comprometió a llevar a cabo "una ofensiva sindical" y "salir a la calle" para defender el decálogo de propuestas elaborado por estos sindicatos las cuales pasan por, entre otras medidas, mantener el empleo sin aprobar EREs que no cuenten con el apoyo de la mayoría de la representación sindical; garantizar la igualdad en las condiciones laborales; aumentar las prestaciones sociales; una política fiscal "justa"; el incremento del gasto público en sanidad un 52 por ciento y en educación un 41 por ciento; impulsar el sector público; y crear un Marco Vasco de Relaciones Laborales.
