VITORIA, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de la CEOE y presidente de Confemetal, Javier Ferrer, ha considerado una "gran injusticia" el hecho de que el 10 por ciento de los fondos provenientes de la cuota de formación profesional se pueda destinar a la financiación de acciones de fomento del empleo. En su opinión, el coste de este tipo de políticas debe correr a cuenta de los Presupuestos Generales del Estado y no de la citada cuota, la cual "pagan los empresarios y los trabajadores".
Ferrer ha participado este lunes en una jornada organizada por la patronal SEA-Empresarios Alaveses para abordar la repercusión que tendrán la reforma laboral y los próximos Acuerdos Nacionales de Formación de Empleo en la formación de los trabajadores.
En su intervención, Ferrer ha recordado que, mientras que en 2011 la cuota de formación profesional ascendió a 2.330 millones de euros, este año se ha quedado en 1.940 millones. Además, ha indicado que, de dicha cantidad prevista para 2012, el Gobierno central "desvía unos 266 millones a otro tipo de políticas activas de empleo".
En opinión del vicepresidente de la CEOE, dichas acciones de fomento del empleo "las tienen que pagar los Presupuestos Generales del Estado y no la cuota, que es pagada por los empresarios y los trabajadores". En este sentido, ha estimado que se trata de una "gran injusticia".
"Nosotros creamos la cuota y la pagamos, pero la acción del Estado hace que vaya por sitios que no nos gustan en absoluto", ha añadido al respecto.
A su vez, ha señalado que este hecho despierta entre los empresarios la sensación de que "un dinero creado con un determinado fin pasa a ser utilizado por las administraciones como política activa de empleo".
SEA
Por su parte, el presidente del SEA, Pascal Gómez, ha destacado que, para la patronal alavesa, la formación es "fundamental". En esta línea, ha subrayado que, entre septiembre de 2010 y junio de este año, SEA ha llevado a cabo 349 acciones formativas que han permitido formar a 4.667 profesionales.
Asimismo, ha apuntado que, aunque la reforma laboral "no es la panacea", ésta "moderniza un mercado de trabajo absolutamente caduco y lo dota de la necesaria flexibilidad y vitalidad".