Dice que en Euskadi "hay que tener muy bien amueblada la cabeza para resistir la presión de grupos próximos a ETA" en medios estudiantiles
BILBAO, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga, ofreció hoy una conferencia sobre el compromiso social universitario en la Universidad de Santiago de Compostela, organizada por la ONG Cooperación Internacional, en la que se mostró hoy convencida de la necesidad de recuperar una "juventud crítica", que aporte soluciones a los problemas de la sociedad.
Durante su intervención, abordó la cuestión del compromiso político del estudiante universitario y precisó que cuando habla de participar en la política, no se refiere "a afiliarse a algún partido, ni seguir determinada opción ideológica o salir a manifestarse a las calles", sino de ser "espíritus críticos, capaces de comprender la realidad y aportar soluciones".
Quiroga puso como ejemplo a los estudiantes personajes "ilustres" como Karl Marx o Adam Smith, Freud o Einstein, Darwin o Picasso, que, "al margen de estar o no de acuerdo con ellos, destacaron por realizar un esfuerzo intelectual más allá de lo común, por comprender un poco mejor al ser humano y a la sociedad, y contribuyeron con ideas, ideas que cambiaron el mundo, que perduran en nuestras instituciones".
"Todos ellos -prosiguió-, de una u otra forma se rebelaron contra algún dogma, contra alguna regla establecida que consideraron injusta, incorrecta o simplemente caduca. Pero todo ello lo hicieron por medio de la dedicación, del esfuerzo, del perfeccionamiento de su talento, del estudio".
La presidenta del Parlamento vasco rechazó el "activismo de márketing" y apostó por "la creatividad intelectual en los jóvenes para cambiar la sociedad". En este sentido, puso como ejemplo "cómo la sombra de ETA ha actuado y actúa en Euskadi en el entorno estudiantil" y dijo que, en el País Vasco, "hay que tener muy bien amueblada la cabeza para resistirse a la presión social que ejercen estos grupos próximos a ETA en determinados medios estudiantiles, y lo difícil que es disentir en ese entorno ante el si no piensas como nosotros, elige entre marcharte, callar o morir".
Quiroga destacó "el alto grado de compromiso de la mayoría de la juventud estudiante vasca, que no se ha resignado ante tal situación y que se ha mostrado crítica cuando se desdibujan los valores de una sociedad, cuando el dogmatismo y la intolerancia tratan de apoderarse de nuestra juventud".
Pero para que eso fructifique, advirtió, "debe cuidarse con esmero la educación, que comienza en las familias, entre los amigos, en esos círculos más íntimos del ser humano". Asimismo, señaló que los valores de convivencia cívica "se pierden si no se cuidan, si no se cultivan desde muy temprana edad, y, una vez que se pierde ese núcleo esencial de principios que hacen posible la vida en común es muy difícil dar marcha atrás".
"De la misma forma que las buenas costumbres sociales se transmiten de generación en generación, su decadencia se propaga de la misma forma. El dogmatismo acrítico se convierte en hábito social y se enquista", concluyó.
