Refugiadas procedentes de Ucrania se sienten "protegidas" en Euskadi, pero "impotentes" por los que siguen allí

Gobierno Vasco trabaja en la creación de una red solidaria vasca de acogida que dé respuesta a "lo que puede venir en los próximos meses"

Dos familias de refugiados procedentes de Ucrania, intervienen a su llegada al centro Larraña Etxea de Oñati, a 9 de marzo de 2022, en Oñati, Guipúzcoa, Euskadi
Dos familias de refugiados procedentes de Ucrania, intervienen a su llegada al centro Larraña Etxea de Oñati, a 9 de marzo de 2022, en Oñati, Guipúzcoa, Euskadi - Javi Colmenero - Europa Press
Europa Press País Vasco
Publicado: miércoles, 9 marzo 2022 19:08

SAN SEBASTIÁN, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

Mujeres refugiadas procedentes de Ucrania, han manifestado sentirse "protegidas" en Euskadi junto a sus hijos, aunque "impotentes" y "un poco culpables" por el hecho de que puedan "ver sonrisas y dormir bien" mientras otras personas y niños "viven momentos muy duros" en su país.

Kseniia Vynnychenko y Oksana Lechnina son dos de las ciudadanas ucranianas, recién llegadas al recurso Larraña Etxea de Oñati (Gipuzkoa), que han mantenido un encuentro este miércoles con los medios de comunicación, junto al director de Migración y Asilo del Gobierno Vasco, Xabier Legarreta, y la directora de Zehar-Errefuxiatuekin, Arantza Chacón.

Estas mujeres, residentes en ciudades muy cercanas a Kiev y que no se conocían antes de su llegada a este recurso de Oñati, han relatado que cuando comenzó la invasión, el pasado 24 de febrero, tuvieron que "coger a los niños y escapar para buscar refugio".

Oksana Lechnina ha explicado que en su ciudad "muchos soldados rusos que estaban destruyendo edificios y destrozando puentes" por los que la gente tenía miedo a pasar, ya que a su espalda los miembros del ejército ruso estaban "consiguiendo matar". Además, ha lamentado que en esta zona "en 13 días han muerto 50 niños".

Las refugiadas ucranianas han detallado que ha sido un "camino muy largo" en el que han tenido que dejar atrás a sus "maridos y familiares que son hombres", los cuales se han quedado en Ucrania donde "ayudan a la evacuación de las familias, de las mujeres y los niños, y también ayudan a llevar a la población a los lugares en los que están más tranquilos". Hasta el día de hoy han tenido posibilidad de hablar por internet o por whathsapp con sus familias y con sus maridos.

Así, una de ellas ha explicado que cuando se produjo la invasión por parte de Rusia "no podía creerlo", ya que en los días previos mantenía "la esperanza de que esto no se hiciera realidad". Asimismo, ha detallado que tuvieron que salir del país con "lo poco que podían llevar encima, lo más necesario para los niños y las maletas que podían llevar".

Estas ciudadanas ucranianas tenían "casi todas las certezas de que esta guerra innecesaria no va a ser real" y que los Gobiernos hubieran podido "encontrar el diálogo y un compromiso que salvase de esta invasión".

Las mujeres que han llegado hasta el recurso de Oñati no cuentan con conocidos ni familiares en Euskadi, aunque alguna de ellas "hace años que tenía unos conocidos que estaban en España por el programa de acogida de los niños de Chernobil".

Una de las refugidas ha llegado hasta el País Vasco tras recorrer 3.000 kilómetros "al volante" en el vehículo de su marido. "Es un poco sin pensar, cuando tienes miedo coges el coche y te vas para escapar", ha asegurado.

En el caso de Kseniia Vynnychenko, se unió en su huida a una amiga que tenía familia en Francia. "Teníamos miedo porque muchos aviones empezaron a bombardear, los niños estaban asustados, la niña tenía fiebre de 41 y no sabíamos qué hacer", ha explicado. Entonces decidieron salir "en un coche cinco niñas y dos mujeres", y cuando llegaron a Francia la amiga con sus niños "se ha ido por su lado" y ella ha venido a esta zona.

Otra de estas mujeres se siente "impotente" por haber dejado a su madre en Ucrania, donde "está obligada a permanecer en un sótano". "No puedo hacer nada para ofrecerle alguna seguridad. Los amigos, los familiares están esperando, y no saben qué va a pasar el día de mañana", ha lamentado.

Las familias ucranianas que se encuentran en este recurso guipuzcoano han expresado su agradecimiento por la "ayuda y apoyo" recibidos, y han destacado que aquí "la alimentación de los niños es adecuada" y se sienten "protegidos de la guerra".

"Gracias por ofrecernos un hogar, una ayuda y que nuestros niños no echen en falta nada", han subrayado, al tiempo que han resaltado lo importante que está siendo para ellas ver en las calles "a las personas que sonríen", con lo que están empezando a "sentirse un poco mejor gracias a esta actitud positiva".

Asimismo, por parte de la asociación Euskadi-Ucrania se han mostrado "muy agradecidos" porque "esta ayuda y apoyo que tenemos de vuestras manos es algo muy grande. Además, ha explicado que los ucranianos que viven en el País Vasco se están "preparando para ayudar de todas las formas que podemos ofrecer, estamos haciendo todo lo posible para los ucranianos que viven en Ucrania como para las familias que vienen".

También han destacado que el tercer sector "se ha movilizado en un plazo récord" y se han creado "unos lazos de colaboración existentes, pero igual no tan fuertes, entre asociaciones de Europa del Este".

GOBIERNO VASCO

Por su parte, el director de Migración y Asilo del Gobierno Vasco, Xabier Legarreta, ha señalado que desde el momento que estalló la crisis humanitaria que se está viviendo en Ucrania la diferentes administraciones vascas junto con las entidades que trabajan para el colectivo de personas refugiadas y solicitantes de asilo vienen trabajando para "ir articulando una respuesta adecuada a esta situación".

Legarreta ha recordado que la competencia de las políticas migratorias está en manos del Gobierno estatal, que a través del ministerio tiene un sistema estatal de acogida, pero ante esta crisis humanitaria el mismo "es insuficiente para dar respuesta a lo que se está viviendo" con la invasión rusa de Ucrania.

El Gobierno Vasco está en contacto continuo con el Ministerio, y también trabaja en la creación de una red solidaria vasca de acogida que dé respuesta a "lo que puede venir en los próximos días, semanas y meses". Para ello, está intentando "localizar, ordenar y ofrecer" posibles recursos que puedan servir de acogida a estas personas.

En Euskadi, a día de hoy viven entre 3.00 y 3.500 ucranianos, de los cuales casi el 50% vive en Gipuzkoa. Al margen de estos "vínculos", también existen numerosas familias vascas que llevan años acogiendo a niños de Chernobil que conforman una "red amplia".

Sin embargo, también han empezado a llegar ucranianos "sin red familiar ni social" a los que hay que dar una respuesta. Legarreta ha recordado que el Gobierno Vasco desde hace años creó unos recursos para personas solicitantes de asilo, en Oñati, Tolosa o Berriz, que han servido también para personas migrantes en tránsito. En estos tres dispositivos hay personas ucranianas, y hay un recurso en reserva en Irun con capacidad para 150 personas.

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