Imaz dice que una transición justa no es cerrar la actividad en la Industria y poner "un museo o un centro de interpretación"
BILBAO, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha afirmado que ve futuro a sus cinco refinerías y, aunque reconoce que habrá "dificultades", pero no contempla un escenario en el que tengan que "abandonar la actividad industrial".
Imaz ha realizado estas manifestaciones en Bilbao, donde ha participado en la jornada "Hidrógeno Renovable: Futuro de la Energía", organizada por UGT-FICA.
El consejero delegado de Repsol ha manifestado que el hidrógeno verde va a ser un "vector importante" de la descarbonización, que requiere que se pongan "muchas tecnologías encima de la mesa" porque son necesarias. En este sentido, ha señalado que "muchas veces" se asocia descarbonizar a electrificar y parece que es la electricidad lo que va a descarbonizar y "eso es verdad parcialmente".
Jos Jon Imaz ha asegurado que la electricidad está haciendo "una contribución importante", aunque no se puede "equiparar electrificación a descarbonización", entre otras cosas, porque "la mayor parte de la economía hoy no es electrificable y en un futuro próximo habrá sectores importantes que tampoco se podrán electrificar".
Por ello, cree que hay que descarbonizar los líquidos porque, si no, no hay "solución al problema de las emisiones de CO2, al problema de la descabonización". "Aquí es donde entra a jugar el hidrógeno y necesitamos muchas tecnologías para poder descarbonizar estos líquidos", ha agregado.
Según ha indicado, así lo ha manifestado la UE en sus directivas, y se planteaba que Europa para el año 2030 tenía que llegar a aproximadamente 6,6 millones de toneladas de hidrógeno verde y que podría suponer unos 40.000 Mw de capacidad renovable.
Imaz ha señalado que la ambición europea es "elevada y ha crecido con la guerra de Ucrania", de manera que, de esos 6,6 millones de toneladas, se está pasando a hablar de 10 millones de toneladas.
REPSOL
El consejero delegado de Repsol ha subrayado que el grupo tiene un "compromiso muy claro" con la descarbonización, que les ha llevado a reducir de "forma intensa" las emisiones de CO2 y pasar a ser una "mutienergética" porque, aunque están "muy orgullosos" de estar en el petróleo y el gas, también tratan de entrar en las "nuevas formas de energía".
Tras recordar su objetivo de emisiones netas cero para 2050, Imaz ha incidido en que tienen un compromiso "muy claro" de apuesta por descarbonizar líquidos, y creen en sus plantas industriales y "en el futuro de lo que hoy son las refinerías y las plantas químicas" de Repsol.
Josu Jon Imaz ha indicado que Repsol va a hacer una apuesta "por defender" sus cinco complejos industriales "con uñas y dientes en términos de empleo industrial" porque están convencidos de que, con inversión, con conocimiento de las personas y evolución tecnológica, lograrán una descarbonización de la energía "hecha con cabeza".
Según ha apuntado, ven el futuro de sus cinco refinerías con una "visión positiva para los próximos años", aunque pasarán "ciclos y dificultades". Imaz ha reconocido que, en los encuentros con inversores, entre las preguntas que les plantean es cuántas refinerías van a cerrar de las cinco existentes si en Europa se van a prohibir los motores de combustión y teniendo en cuenta que se dice que cerrarán en Europa el 25% de ellas.
En este sentido, ha señalado que su repuesta es que eso "desgraciadamente no es nuevo" porque, antes de la crisis de 2008 había en Francia 12 refinerías y quedan seis, y en Italia se han reducido a la mitad. Sin embargo, ha asegurado que Repsol, "en el peor" momento de la crisis hizo una apuesta por "adaptarse a un nuevo entorno competitivo de refinerías" y cree que las cinco tienen "capacidades competitivas" aunque "habrá dificultades en el camino".
"Estamos viendo un horizonte en el cual a nuestras cinco refinerías, las cuales están en el 30% de las más competitivas de Europa, les vemos futuro y, por eso, estamos invirtiendo y haciendo la apuesta de la descarbonización en las cinco", ha asegurado.
Imaz ha manifestado que "afortunadamente" no están viendo entornos en los que tengan que "abandonar la actividad industrial" y pensar en "actividades sustitorias" de otra naturaleza.
"Lo que estamos haciendo es transformando nuestras plantas en algo diferente, cambiar la refinería a una nueva planta en la cual lo que se va a producir en el futuro va a a seguir siendo lo mismo, -diésel, gasolina, nafta- pero el tipo de materia prima que estamos utilizando empieza a cambiar", ha añadido.
Según ha explicado, están descarbonizando sus plantas industriales. "Estamos descarbonizando los líquidos y el hidrógeno es un compañero que nos tiene que ayudar a descarbonizar estos líquidos porque, si no, va a haber sectores que no vamos a poder descarbonizarlos". Ha destacado la importancia de esa transformación para que las refinerías, "con un concepto diferente en un mundo descarbonizado, tengan futuro".
Además, ha subrayado que las refinerías cuentan con una "ventaja regulatoria" por la regulación de biocombustibles. Por lo tanto, Imaz, que ha subrayado que el hidrógeno debe ser más barato, ve posibilidades de rentabilidad y de poder crecer "fuertemente" y ha manifestado que las refinerías van a tener una producción "relevante" ya en 2025.
"Por eso, vamos a tener 550 Mw en nuestras refinerías en operación para el año 2025 y 1.900 Mw para 2030. Comparemos las cifras España 4.000 Mw de objetivo para 2030 y en nuestras cinco refinerías 1.900 Mw. Tenemos ambición, vamos a invertir en esto, vemos la fórmula de rentabilizarlo y puede ayudar a que otros sectores se vayan metiendo en la economía del hidrógeno", ha agregado.
TRANSICIÓN
Josu Jon Imaz ha defendido una transición "justa, con cabeza y con ambición". En este sentido, cree que es necesario "repensar" lo que se está haciendo en Europa para hacerlo "mejor" porque se ha hecho una transición en la que se "depende de pies y manos de Rusia".
Imaz ha afirmado que no se puede apostar "todo a la movilidad eléctrica para que la dependencia de Rusia se cambie por la dependencia de las tierras raras y los minerales escasos chinos".
Asimismo, ha asegurado que, si se tiene que convivir con unas energías como es el gas natural o el petróleo durante un tiempo "el que sea", no las "demonicemos" porque "nadie va a poder producirlas, la demanda va a seguir subiendo y los precios van a subir".
"El CO2 penalizarlo está bien, pero penalicémoslo con cabeza", ha indicado Imaz porque, si solo se penaliza la industria europea, "se va a exportar industria, empleos industriales" y también aumentarán las emisiones de CO2 en el mundo si se desplaza esa actividad a otras países fuera de Europa con plantas menos eficientes.
"Una transición justa no es que se cierre la actividad y nos pongan un museo, un centro de interpretación que da trabajo a 4 personas", ha señalado, para subrayar que la industria genera empleos "estables y mejor pagados", y se necesita para generar entornos de tecnología y de innovación.
También ha indicado que la transición no puede ser regresiva, sino progresiva porque, en algunos casos, se está haciendo una "transferencia de rentas de las clases con menos recursos y medias a las de más recursos", en referencia a la política de ayudas solo al vehículo eléctrico.
Asimismo, si el hidrógeno puede ser una forma de hacer combustibles sin emisiones de CO2, ha cuestionado por qué se va a prohibir el motor de combustión, "matar la industria de automoción y hacer este daño al tejido industrial"
"¿Si prohibimos el motor de combustión, qué incentivo tenemos las empresas para invertir en proyectos de combustibles sintéticos de combustibles avanzados?", se ha preguntado, para añadir que lo van a "seguir haciendo". "No nos podemos disparar en el pie de la actividad industrial", ha indicado.
