SAN SEBASTIÁN, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
La mancomunidad de San Markos ha denunciado que los ayuntamientos de Astigarraga, Hernani, Lezo, Oiartzun, Pasaia y Usurbil han dejado de pagar las cuotas ordinarias de este organismo y acumulan una deuda total de 262.234 euros.
El presidente de la mancomunidad, Denis Itxaso, ha advertido de que esta deuda "pone en serio riesgo" los servicios que garantizan la recogida selectiva y el reciclaje en la comarca de Donostialdea. A su juicio, esto "no tiene otro objetivo que tratar de imponer el puerta a puerta allí donde los ciudadanos lo han rechazado".
Itxaso ha explicado que la deuda económica se originó cuando los ayuntamientos mencionados se negaron a abonar las cuotas que habían sido aprobadas en los presupuestos de la mancomunidad "por mayoría absoluta y en función del número de habitantes de cada municipio, tal y como establecen los estatutos en su artículo 12".
El presidente de San Markos ha afirmado que la mancomunidad "actuará con contundencia", solicitando a la Diputación de Gipuzkoa que "deduzca las cantidades adeudadas del Fondo de Financiación Municipal y las abone directamente a la mancomunidad".
"ORIGEN DEL PROBLEMA"
Según ha precisado, el "origen del problema" está en el incremento de costes que la recogida selectiva de residuos ha experimentado en los municipios que han implantado el puerta a puerta, "debido a la creación de una empresa para realizar las funciones de la mancomunidad".
Itxaso ha apuntado como ejemplo que el municipio de Hernani "ha multiplicado por tres sus costes de recogida de residuos pasando de unos 500.000 euros en 2009 a más de 1.500.000 en 2013, mientras que su aportación a la mancomunidad está al nivel de 2008 y no llega a los 300.000 euros.
En esa línea, se ha mostrado dispuesto a defender "de manera contundente" en los tribunales, "si fuera necesario", los servicios que presta la mancomunidad y ha manifestado que "son los ayuntamientos de Bildu los que tienen que explicar cómo se justifica semejante incremento de costes en la recogida selectiva".
Asimismo, ha considerado un "verdadero escándalo que quienes aparecen permanentemente como defensores del reciclaje quieran poner en riesgo la estabilidad económica de la entidad que gestiona los residuos de la mitad de la población de Gipuzkoa".
