BILBAO, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
El ex secretario general del PCE, Santiago Carrillo, el doctor y especialista internacional en nutrición, José María Negoa, la escultora Cristina Iglesias, la gimnasta Almudena Cid y la empresa vasca Vicinay Cadenas han sido los designados por la Junta de Patronato de la Fundación Sabino Arana para ser los galardonados en el XIX edición de los Premios Sabino Arana que anualmente otorga la fundación para celebrar el aniversario del nacimiento del fundador del nacionalismo vasco.
El presidente y la directora de la Fundación Sabino Arana, Juan María Atutxa y Irune Zuluaga, respectivamente, dieron a conocer hoy en rueda de prensa a los premiados y presentaron la gala cultural en la que se entregarán los galardones, que se celebrará el próximo 27 de enero en el Teatro Arriaga de Bilbao, presidida por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y con una actuación musical a cargo del saxofonista Andrzej Olejniczak, acompañado de Gonzalo Tejada, en el contrabajo, y Joaquín Chacón, a la guitarra.
En su XIX edición de los Premios, la Fundación Sabino Arana ha querido reconocer la trayectoria profesional y humana del especialista internacional en nutrición José María Bengoa quien, además de su servicio y labor iniciados en el Departamento de Sanidad del Gobierno del lehendakari José Antonio Aguirre, a lo largo de su vida ha realizado "innumerables aportaciones al mundo de la nutrición comunitaria", destacaron Atutxa y Zuluaga.
Los responsables de la Fundación Sabino Arana destacaron, asimismo su "inquietud" por los problemas de carácter médico-social y su solidaridad con las clases y los sectores más desfavorecidos, "que le han llevado a dedicar más de 65 años a luchar contra el hambre, la injusticia y la pobreza en el mundo".
José María Bengoa nació en Bilbao el 20 de abril de 1913, estudió Medicina en Valladolid y, desencadenada la Guerra Civil, en julio de 1936, prestó servicios como médico en el Ejército Vasco, donde organizó una amplia red de puestos de socorro y hospitales. En 1938 se exilió a Venezuela, donde inició una fructífera trayectoria en el ámbito de la medicina social. En 1949 creó en Caracas el Instituto Nacional de Nutrición y, dentro de él, la Escuela de Nutricionistas y Dietistas. Durante los años 1946 y 1948 también dirigió la publicación 'Euzkadi', editada por el Centro Vasco de Caracas.
Como experto en salud pública y nutrición, Bengoa ha realizado importantes aportaciones conceptuales y metodológicas. A él se debe la iniciativa de crear los Centros de Recuperación Nutricional, extendidos hoy por todo el mundo. En el campo de la salud internacional, destaca su labor al frente del Departamento de Nutrición de la Organización Mundial de la Salud (1955-1977). Entre los años 1980 y 1983, participó, como asesor del Departamento vasco de Sanidad, en la creación de la red sanitaria vasca.
La Fundación Sabino Arana también ha distinguido y reconocido la labor de la empresa vizcaína Vicinay Cadenas, líder mundial en la fabricación de cadenas para el anclaje de grandes plataformas flotantes. "Sus más de 250 años de experiencia en la industria del hierro y del acero, le convierten en ejemplo de empresa familiar vasca que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y a las nuevas tecnologías, destacó Atutxa.
Asimismo, entre las claves del éxito de esta compañía, que gestiona el 70 por ciento de la demanda mundial de cadenas, los responsables de la Fundación Sabino Arana señalaron "la confianza total en las personas que forman su equipo, la colaboración con proveedores, universidades y centros tecnológicos y sus políticas de calidad y medio ambiente".
Vicinay Cadenas es un proyecto familiar originario de Otxandio (Bizkaia) que, en el momento actual, tiene dos sedes locales en Deusto y Galdames y en breve abrirá una nueva en Sestao. Ha sido la primera empresa industrial en instalarse en países como Estados Unidos, Brasil, Reino Unido, China, Singapur, Noruega y Malasia.
Dedicada a la producción de cadenas, acapara el 70 por ciento de la producción mundial, y fue la primera empresa del Estado en acreditarse internacionalmente con la ISO 9000.
Otro de los galardones de esta XIX edición lo recogerá Cristina Iglesias, "una de nuestras artistas más internacionales", según afirmó Zuluaga. Considerada como una renovadora de la escultura de vanguardia de estos últimos años, Cristina Iglesias, "sigue revolucionando la escultura contemporánea, dándole un lenguaje propio y una lectura diferente", apuntó.
Esta escultora donostiarra mezcla en su trabajo materiales clásicos como el hierro, el bronce, la madera o el cemento, con otros más atípicos, "logrando así crear una escultura interactiva que es disfrutada en distintos museos y galerías de todo el mundo", explicó la directora de la Fundación.
Cristina Iglesias, autora de las puertas del nuevo edificio del Museo del Prado, en Madrid, trabajó entre 1995 y 1999 como profesora en la Academia de Arte de Munich. Con un estilo muy definido, Iglesias experimenta con la luz, con formas, espacios y materiales diversos, como el cemento, hierro trenzado, hormigón, cobre, cristal, vidrio, bambú, hojarascas, madera, resinas, tapices o telas, consiguiendo que sus esculturas tenga vida propia y haciendo de ella uno de los mayores valores del nuevo arte.
La gimnasta de rítmica Almudena Cid es otra de las premiadas por la Fundación Sabino Arana. La deportista vitoriana es la única gimnasta de rítmica en el mundo que ha disputado tres finales olímpicas consecutivas, clasificándose siempre entre las diez mejores.
Ahora, y tras lograr el pasaporte para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, ha conseguido un nuevo récord y un nuevo hito en la historia de este deporte, "en la que es considerada figura en la máxima categoría y la mejor entre las no nacidas en los países del Este", subrayaron.
Almudena Cid comenzó a practicar gimnasia rítmica a los siete años, con 13 fue reclamada para entrar a formar parte de la Selección Española de Gimnasia Rítmica y con 16 participó en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, experiencia que repitió en Sydney 2000 y en Atenas 2004.
Por último, el presidente de la Fundación Sabino Arana reconoció los méritos y el papel fundamental desarrollado por Santiago Carrillo en el restablecimiento de la democracia en el Estado español. "Su contribución a una transición pacífica y su espíritu de conciliación constituyen un claro ejemplo de persona comprometida con la política y la búsqueda de consensos como el que propicio la legalización del PCE, hace ahora 30 años", aseveró Atutxa, quien destacó de Carrillo que "nunca jamás ha prendido en él la semilla del odio".
Santiago Carrillo es una de las figuras más emblemáticas de la historia política de España. Nacido en Gijón en 1915, su conocido compromiso político se inició a los 13 años como militante en las Juventudes Socialistas. En la Unión Soviética trabajó en la Unificación de las Juventudes Socialistas y Comunistas y cuando estalló la Guerra Civil se encontraba en París, desde donde regresó a España para alistarse en el ejército republicado. Afiliado al PCE, al acabar la guerra marchó al exilio, desde donde siguió participando en la dirección del partido, y en 1960 sucedió a Dolores Ibarruri en la secretaría general.
Encarcelado tras la muerte de Franco, en 1977 se presentó a las elecciones encabezando la lista del PCE. En 1982 dimitió como secretario general del PCE y, en la actualidad, es comentarista político.
El galardón que otorga la Fundación Sabino Arana a sus premiados consiste en una moneda de oro macizo de primera ley (750 milésimas) y 50 milímetros de diámetro sobre una escultura de Sabino Arana, realizada por el escultor catalán Juan Puigdollers.