El servicio de teleasistencia a personas dependientes que viven solos se ampliará a quienes convivan con cuidadores

Actualizado: miércoles, 19 marzo 2008 11:36

BILBAO, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Diputación Foral de Bizkaia ha modificado los decretos que regulan la teleasistencia para ampliar el colectivo de personas que pueden disfrutar del servicio y reducir su precio. De esta forma, este servicio que se ofrecía, hasta ahora, sólo a mayores o con discapacidad que se valían por sí mismas y vivían solos, se extenderá a otros dependientes que convivan con gente que les cuida, aunque pasen poco tiempo solos.

En un comunicado, la institución foral recuerda que, hasta la fecha, eran usuarias del servicio de teleasistencia las personas mayores y quienes sufrían discapacidad, pero que se valían por sí mismas. No obstante, sus "circunstancias personales aconsejaban disponer de un sistema de comunicación con un centro de atención en caso de sufrir una urgencia o una necesidad".

A partir de la entrada en vigor de los decretos y en aplicación de la Ley de la Dependencia, podrán disfrutar de este servicio personas dependientes que convivan con sus personas cuidadoras, aunque pasen poco tiempo solas.

Asimismo, se modifica el precio público del servicio, que varía en función de la capacidad económica de las personas usuarias, y que se reducirá, de media, a una cuarta parte de la cantidad que se pagaba hasta la fecha. En las viviendas en las que haya más de una persona con aparato de teleasistencia, se las considerará como usuario único.

SERVICIOS

La teleasistencia atiende, además de las llamadas de urgencia, otras necesidades de las personas mayores y personas con discapacidad, realiza llamadas periódicas para interesarse por su situación, les recuerda si fuera preciso su agenda sanitaria -visitas al médico, administración de medicinas y otras gestionas- y realiza visitas periódicas para realizar pequeñas tareas que las personas mayores o discapacitadas ya no pueden hacer por sí mismas.

Este servicio cuenta con 7.128 usuarias y durante el pasado año, el Departamento de Acción Social recibió 1.649 solicitudes de alta y atendió 1.609. Las escasas denegaciones se debieron, fundamentalmente, a casos de incapacidad, por deterioro cognitivo, para utilizar los equipos.