El temporal en Euskadi deja precipitaciones de hasta 227 litros/m2, vientos de 134 km/h y olas de 9,5 metros

Actualizado: lunes, 9 noviembre 2009 21:26

BILBAO, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -

El temporal de vientos, oleaje y precipitaciones sufrido por el País Vasco desde el pasado jueves, día 5, hasta hoy, deja unas precipitaciones acumuladas (de las 00.00 horas del día 5 a las 12.00 horas de hoy) de 227,2 litros por metro cuadrado en la localidad guipuzcoana de Zegama, una racha máxima de viento de 134,4 kilómetros por hora en la estación de Matxitxako y una altura de ola máxima de 9,5 metros en la Boya de Matxitxako.

Según informó hoy el Departamento vasco de Interior, la localidad guipuzcoana de Zegama fue la que registró las mayores precipitaciones con 81,4 litros/m2 recogidos durante la jornada de ayer, para un total de 227,2 litros/m2 en el acumulado de los cinco días.

En Bizkaia, las lluvias dejaron 67,9 litros/m2 durante el día de ayer en Otxandio. Sin embargo, el municipio de Muxika fue el que más litros recogió en estos últimos cinco días, con 194,1 litros/m2.

Alava sufrió menos los impactos del temporal contabilizando un máximo durante el día de ayer de 44,4 litros/m2 en Beluntza, para un total de 106,5 litros/m2 en el acumulado de los cinco días en esta misma localidad.

PROFUNDA DEPRESIÓN

La situación meteorológica que se ha vivido en Euskadi ha estado motivada por una profunda depresión al norte de las Islas Británicas y el anticiclón de las Azores.

Entre ambos sistemas se forma un pasillo de vientos fuertes del oeste y noroeste por donde circulan distintos sistemas frontales y líneas de inestabilidad, afectando de lleno al País Vasco y dejando precipitaciones abundantes y rachas de viento muy fuertes. Además, el estado de la mar empeora de forma significativa, debido al fuerte viento y al gran recorrido por el mar que presenta la circulación del oeste-noroeste.

Durante la jornada de ayer la situación empeoró debido al desplazamiento de la depresión que se sitúa en Francia, favoreciendo la intensificación del viento y la intensificación de las precipitaciones.

En altura la situación del mar se complicó el jueves día 5 y ayer, cuando la presencia de aire frío favoreció la inestabilidad y por lo tanto los chubascos tormentosos acompañados de granizo.

El fuerte temporal del oeste-noroeste comenzó a azotar la cornisa cantábrica el 4 de noviembre, prolongándose hasta hoy. Se producen precipitaciones abundantes, con acumulados importantes en la vertiente cantábrica, superando los 200 l/m2 en cinco días en algunos puntos y rachas de viento muy fuertes.

VIENTOS

El temporal se intensificó y mostró especial virulencia el pasado sábado y ayer. En estas jornadas las rachas de viento superaron los 120 km/h en zonas expuestas, especialmente en el litoral, y los 80-100 km/h en zonas no expuestas, sobre todo de la vertiente cantábrica. En concreto, en Mungia (Bizkaia) se registraron 98,4 km/h y en el barrio bilbaíno de Deusto 92,4 km/h.

Además, ayer las precipitaciones fueron muy abundantes con cantidades que superaron los 60 l/m2 en 24 horas en la vertiente cantábrica, e incluso los 80 l/m2 en 24 horas en algún punto de la vertiente cantábrica. A esto hay que añadir que los chubascos fueron tormentosos y acompañados de granizo.

El estado de la mar empeoró debido al fuerte viento del oeste-noroeste y al gran alcance y presentó dos máximos a lo largo de este temporal. El primero el día 5, con alturas significantes en torno a 5-6 metros en la costa y en torno a 6-7 metros en las boyas de Matxitxako y San Sebastián.

El segundo máximo se produjo ayer con alturas significantes en torno a 7 metros en la costa (Puerto de Pasaia) y en torno a 8-9 metros en las boyas de Matxitxako y San Sebastián, con máximos puntuales que rondaron los 15 metros.

El primer temporal fuerte del otoño deja tras su paso abundantes precipitaciones, que originan numerosas balsas de agua y desprendimientos que obstaculizan algunos puntos de la red vial, crecida de los ríos superando en algunos casos los niveles de referencia para el control de emergencias, con problemas puntuales debidos al fuerte viento, y algunos problemas debidos al fuerte oleaje en la zona costera.