Trabajadores de Aernnova en Alava consideran una "decisión política" la ubicación de la nueva planta en Toledo

Europa Press País Vasco
Actualizado: jueves, 15 enero 2009 13:32

VITORIA 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los trabajadores de las empresas alavesas del grupo Aernnova afirmaron hoy que la nueva planta de construcción del A-350, cuyos trabajos habían reclamado para las plantas vascas, se ubicará en la localidad toledana de Illescas por "razones políticas".

Los comités de Aernnova, --grupo integrado por las empresas Aes, Hegal, Moasa, Ikarus, Fibertecnic y Fuasa--, con representantes de los sindicatos ELA, LAB, UGT, CCOO, CGT y USO, celebraron esta mañana una rueda de prensa en la sede de CGT en Vitoria.

En ella, el portavoz de los comités, Jesús Antolín, recordó que "el mayor accionista del grupo alavés Aernnova es Caja Castilla la Mancha, una institución financiera dirigida por la clase política de esa comunidad, mientras que en el accionariado no hay ni rastro de instituciones alavesas ni vascas, que no han mostrado ningún interés en mantener sector estratégico para el territorio".

En opinión de Antolín, "esta circunstancia nos coloca en una situación de inferioridad de oportunidades respecto a Castilla la Mancha, donde el Gobierno Autonómico y el Ayuntamiento de Illescas sí que han actuado con mayor implicación, atando en corto a Aernnova y llevando para sus ciudadanos 2.000 puestos de trabajo para los próximos 40 años".

"En Alava contamos con la experiencia, la formación y los recursos necesarios para poder llevar a cabo este nuevo contrato de forma rentable, pero la nueva planta se ubicará en Toledo por razones políticas, dejando al sector aeronáutico alavés, en el que trabajan 2.000 personas, con un futuro muy incierto", declaró.

El portavoz denunció "la manera y el momento en el que los trabajadores se enteraron de la noticia, a través de los medios y el día de Nochevieja, cuando el alcalde de Illescas, José Manuel Tofiño, declaró que había tenido conocimiento de la ubicación de la nueva planta durante el último trimestre de 2008".

Ante esto, los trabajadores consideran que las instituciones vascas y alavesas "han reaccionado con silencio e indiferencia, sin implicarse para corregir la situación de muerte dulce que vive el sector aeronáutico en Alava, que no ha recibido nuevos contratos desde hace años".

En su opinión, "tras el anuncio de Aernnova de que 800 trabajadores alaveses se beneficiarán del nuevo contrato del A-350" no hay otra cosa que "un intento de calmar las aguas, ya que en realidad la repercusión del A-350 para los trabajadores alaveses es mínima y no contribuye a consolidar la frágil actividad del sector en la provincia".

Por último, Jesús Antolín criticó que "desde hace seis meses estamos intentando entrevistarnos con la empresa, que todavía no nos ha recibido", aunque anunció para este mes de enero una reunión de la dirección con los sindicatos y no con los comités, "porque el grupo Aernnova no quiere reunirse con la parte social de las empresas".

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