MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha evitado aclarar este miércoles durante un desayuno informativo en Madrid si se ha producido ya su reunión con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ya que, según ha dicho, el Gobierno le ha pedido discreción, una solicitud que espera que sea correspondida con hechos en cuanto a la flexibilización de la política penitenciaria.
"Si la reunión ha sido o será, habrá sido o será con total discreción por expresa petición de una de las partes", ha contestado enigmático Urkullu tras ser preguntado acerca de si se había reunido ayer martes con el líder del Ejecutivo, una cuestión que no ha aclarado.
Sí ha precisado, en cambio, que es el Gobierno el que le ha pedido esa discreción y ha manifestado su deseo de que esa solicitud "redunde en que sea efectiva" la reunión. Según lamenta, siempre se ha encontrado con una "actitud inmovilista en todo lo que compete al Gobierno español". "Creo que todo el mundo sabe que si queremos que las cosas avancen deben ser discretas", ha puntualizado.
El objetivo principal del lehendakari es lograr de Rajoy una flexibilización del la política penitenciaria con los presos de ETA, no en respuesta a la foto de Durango o al comunicado de los presos donde anunciaron que asumirían la Ley, sino por respeto a los derechos humanos y en cumplimiento de la Ley.
LA PROPUESTA DE URKULLU
La propuesta de Urkullu pasa por reconocer los "derechos que asisten" de acceder a beneficios penitenciarios o progresiones de grado a aquellos que hayan cumplido las tres cuartas partes de su condena. También para los presos enfermos encarcelados y ha criticado la incidencia que tienen en la "convivencia social política e institucional en Euskadi" la política de dispersión
Por ello ha reivindicado que "el acercamiento a las cárceles del País Vasco o cárceles más próximas es un planteamiento que viene desde la década de las noventa, que además serviría para no provocar el victimismo" del mundo de ETA. Según Urkullu, estos pasos deberían darse sin estar condicionados a los pasos que vaya dando la organización terrorista.
En este sentido, ha censurado que el inmovilismo no es sólo del Gobierno y ha recordado que fue ETA la que dijo que "estaba llevando el peso de un proceso unilateral" y por ello ha vuelto a pedir la disolución de la banda si bien considera que a eso se debe llegar de "una manera ordenada hacia el final de la violencia y sus consecuencias".
"Además del final, planteamos el desarme en los pasos graduales que se han de dar, el reconocimiento del daño injusto causado y la necesidad de construir una memoria para llegar a una común interpretación", ha expuesto el lehendakari.
VÍCTIMAS POLICIALES
Urkullu ha defendido el papel que esta jugando el Gobierno vasco en este proceso con la aprobación de su Plan de Paz y Convivencia, incluyendo una de sus propuestas que contempla que víctimas de abusos policiales puedan dar su testimonio en las aulas de los colegios junto a las víctimas de ETA.
Preguntado acerca de si esta medida no supone una igualación de victimas en el marco del relato defendido por ETA que habla de dos bandos enfrentados en un conflicto, el lehendakari ha pedido "rigor" y ha recordado que las víctimas de abusos policiales están reconocidas institucionalmente como víctimas igual que las del GAL o las de ETA.
Ha querido zanjar la polémica afirmando que el Gobierno vasco se compromete a "formar a esas víctimas en las claves de cómo tienen que proceder en las aulas en ese ejercicio de la autocrítica por lo vivido en el pasado y la injusticia del daño que se ha sufrido y asentar los valores de una convivencia en paz".