Alumnos de un instituto de Cáceres se sienten "inseguros" al recibir clases en un aula apuntalada con hierros

Actualizado: jueves, 9 octubre 2008 11:25

Educación reforzará la estructura del edificio en Navidad y promete la construcción de un nuevo centro, según el director del instituto

CÁCERES, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

Alumnos del ciclo formativo de Hostelería y Restauración del IES 'Universidad Laboral' de Cáceres que reciben clases en un aula cuyo techo está apuntalado con hierros desde mediados de septiembre se sienten "inseguros" por las condiciones en las que se encuentra el edificio.

Así lo expuso a Europa Press TV la delegada del primer curso de Restauración, Elisabet Polo Villalba, quien en nombre de sus compañeros dijo "no" sentirse "segura" por las "deficiencias" que padece el inmueble donde asisten diariamente. "No me siento segura dentro de él, me da miedo de que se llegue a caer alguna vez", aseveró.

Por ello, explicó que el pasado viernes realizaron una protesta como medida de presión para exigir soluciones. Según indicó protagonizaron "una sentada para protestar por las condiciones en las que está el edificio" y con posterioridad entregaron a la Delegación Provincial de Educación "un informe" que detallaba los desperfectos que presenta el edificio.

Del mismo modo, uno de los profesores de este ciclo, José Luis Pérez, manifestó que los hierros que apuntalan el aula-taller donde imparte las clases, pese a estar ocultos por un plástico dan "sensación de inseguridad". Pese a ello, apuntó que técnicos en materia de seguridad de edificios les han señalado que el "riesgo" que corren "es cero".

No obstante, precisó que ahora cuentan con un problema añadido, ya que debido al apuntalamiento el aula disponen de menor espacio para impartir las lecciones. "No tenemos espacio en las clases y es dificilísimo dar clases en aula tan pequeña, son edificios antiguos, con deficiencias, y el próximo año que incorporamos un nuevo ciclo y tendremos problemas de espacio" adelantó.

Al parecer los problemas de este edificio, que se encuentra separado del resto de dependencias y módulos de este centro educativo, se remontan a años atrás, cuando empezaron a aparecer "desconchones y grietas" en paredes y suelos, según apuntó el director, José María Alegre.

Tras observar que la estructura del edificio podía estar dañada como consecuencia de "estos síntomas" lo pusieron en conocimiento de la Consejería de Educación, a través de diversos escritos, y como consecuencia de ello durante este verano técnicos de dicha institución elaboraron "un estudio técnico" que aconsejó como medida preventiva "apuntalar el aula-taller del comedor, restringir el uso de otras dos aulas y reforzar la estructura del edificio", especificó.

NUEVO CENTRO

Los resultados de este informe motivaron "intranquilidad, inquietud y duda" tanto en el "profesorado como en el alumnado" y el resto de trabajadores del centro, según subrayó el director de este centro.

Por lo que de nuevo recurrieron a la Administración extremeña, que en esta ocasión se ha comprometido, para la satisfacción de José María Alegría, a realizar "nuevas pruebas diagnósticas", así como a "reforzar la estructura más lesionada del inmueble" en las próximas vacaciones de Navidad y a "construir otro edificio".

Tras estas promesas, el responsable del centro espera que "poco a poco las cosas" vuelvan "a su sitio" y manifestó su deseo de que "no se dilaten mucho en el tiempo" las medidas que les han prometido. De momento, los alumnos mantienen en el tablón de anuncios un cartel que dice: "¡Manos arriba, que el techo se nos cae!"