CÁCERES, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
La ciudad de Cáceres ha rendido homenaje a Miguel Ángel Blanco, el concejal de la localidad vizcaína de Ermua asesinado por ETA en 1997, y a todas las víctimas del terrorismo, en un acto en el que se han reunido representantes de todos los grupos políticos municipales (PP, PSOE, Ciudadanos y Cáceres Tú-Podemos), así como miembros de otras instituciones, de las Fuerzas de Orden Público, del mundo judicial, políticos y ciudadanos en general.
El acto, que ha tenigo lugar en las escalinatas del edificio consistorial, estaba organizado por la Asociación de Víctimas del Terrorismo y la Fundación Miguel Ángel Blanco. En él se ha leído un manifiesto en el que se recordaban los hechos vividos en el mes de julio de 1997 con el secuestro y posterior asesinato del concejal del PP, los cuales dieron lugar a una "nueva conciencia ciudadana" frente al terrorismo conocida como el 'Espíritu de Ermua'.
El manifiesto, que ha leído la periodista Miriam Rodríguez, ha recordado que los acontecimientos de hace veintiún años asentaron las bases de la "mejor y más eficaz política antiterrorista" que es la que "defendía que debía haber vencedores -las víctimas, la sociedad democrática y el Estado de Derecho- y vencidos: los terroristas y sus cómplices".
A pesar de la disolución de ETA, las asociaciones de víctimas consideran que "todavía quedan importantes asuntos pendientes" como esclarecer los más de 300 asesinatos sin resolver; desligitimizar a ETA, o denunciar el culto al terrorismo en el País Vasco y en Navarra que se lleva a cabo "ante la pasividad de las instituciones".
RELATO BASADO EN LA VERDAD
También se pide "asentar un relato basado en la verdad, la dignidad, la memoria y la justicia de las víctimas del terrorismo que neutralice el relato manipulado que justifica la actividad criminal de ETA y diluye sus responsabilidades, que algunos quieren imponer a toda la sociedad en su empeño por el olvido y la impunidad", recoge el texto en otros de sus párrafos.
Otra de las reivindicaciones es que se haga llegar el testimonio de las víctimas a toda la sociedad, y sobre todo a los más jóvenes para que entiendan que "la utilización de la violencia para obtener fines políticos dinamita la convivencia y la democracia".
En esta misma línea se ha pronunciado la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, que también ha tomado la palabra para decir que "no se puede olvidar el legado de las víctimas" y que hay que recordarle a los jóvenes que no vivieron esos momentos lo que significó el 'Espíritu de Ermua' que supuso el rechazo de toda la sociedad al "chantaje" de los terroristas.
Tras las intervenciones, algunos de los asistentes a este acto se han teñido las manos de blanco y las han alzado escenificando así el movimiento "manos blancas" que inundó las manifestaciones contra ETA tras el asesinato del ex presidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente, en febrero de 1996, un año y medio antes de la muerte de Miguel Ángel Blanco.
A esta foto de familia, en la que aparece la alcaldesa de Cáceres junto al nuevo subdelegado del Gobierno, José Antonio García Muñoz, y otros dirigentes políticos, la mayoría del PP, no se han sumado algunos de los ediles del PSOE y de Cáceres Tú que sí estuvieron presentes en la concentración previa y en la lectura del manifiesto.
