CEP Extremadura reclama la agilización del proyecto de la comisaría de Mérida ante las "carencias" del edificio actual

Actualizado: miércoles, 21 enero 2009 14:55

MÉRIDA, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Confederación Española de Policía (CEP) de Extremadura reclamó hoy al Ministerio del Interior, a la Delegación del Gobierno en la región y al nuevo comisario de Mérida, Juan Carretero, la agilización de los trámites necesarios para el inicio de las obras de la nueva comisaría de la capital autonómica pues, según aseguró, las "carencias" del edificio actual "están dificultando el trabajo policial".

En nota de prensa, la CEP extremeña aseguró que el hecho de que el actual inmueble que ocupa la Comisaría de Mérida esté dividido en dos edificios separados por una "gran distancia", "está provocando serios problemas a la hora de coordinar a las distintas brigadas policiales".

Asimismo, señaló que otra de las "graves deficiencias" que está "complicando" la labor de los funcionarios policiales de Mérida es la "imposibilidad" de instalación de nuevas redes de telefonía e Internet en el edifico.

Por otro lado, comentó que la "falta de espacio" en las actuales dependencias es "tan acuciante" que actualmente "no hay" oficinas para el coordinador de Servicios o para el jefe de la Oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano.

"No es de recibo que la galería de tiro, totalmente necesaria para la práctica de los policías, se haya convertido en vestuario masculino, mientras que para las funcionarias de policía se ha tenido que habilitar como vestuario uno de los pasillos de la comisaría al que se le ha acoplado un cierre de aluminio", afirmó la CEP de Extremadura.

El edificio de la Comisaría de Mérida "carece incluso de una simple sala de reuniones", aseguró, y añadió que "cómo es evidente, los improvisados vestuarios carecen de duchas".

A juicio del sindicato, lo "peor" de esta situación es que los ciudadanos "están siendo afectados por estas carencias". De hecho, comentó que la comisaría emeritense "no" dispone de servicios de uso público y "no" cuenta con un ascensor que permita que las personas de escasa movilidad accedan a la segunda planta del inmueble.

"Para colmo, no existe sala de espera alguna y el público se arremolina en los pasillos donde coinciden delincuentes con ciudadanos normales", concluyó la CEP.