SEVILLA/MÉRIDA 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
Más del 25 por ciento de las embarazadas andaluzas presenta niveles de yodo inferiores a lo recomendado, "siendo Andalucía, junto con Extremadura y la Comunidad de Madrid, una de las comunidades que presenta niveles de yodo más bajos", según advirtió hoy Inés Velasco, especialista en obstetricia y ginecología del área hospitalaria de Osuna (Sevilla).
Pese a que todos los estudios realizados en gestantes en España "indican grandes problemas de yododeficiencia", esta especialista aludió a los datos preliminares del último estudio que analiza la situación de gestantes andaluzas, que revelan que más del 25 por ciento de las embarazadas presenta niveles de yodo inferiores a lo recomendado, "lo que puede suponer que den a luz bebés con puntuaciones bajas de coeficiente intelectual y con dificultades en el desarrollo de habilidades motoras e intelectuales", declaró.
De hecho, esta sociedad médica sostuvo que la deficiencia de yodo es la causa "prevenible y más prevalente" de pérdida de coeficiente intelectual y daño cerebral en recién nacidos a nivel mundial, estando presente en todas las comunidades autónomas.
"Es muy probable que esta situación sea similar en el resto de comunidades autónomas", recalcó a este respecto la doctora Velasco, quien afirmó que "de la misma manera que el ácido fólico se considera imprescindible como suplemento durante el embarazo, debería serlo también el yoduro potásico para asegurar el aporte necesario de este elemento en embarazadas".
"Quizás su efecto no sea tan visible como la carencia de ácido fólico, pero la deficiencia de yodo en la madre se encuentra entre las causas frecuentes de retraso escolar o trastorno de hiperactividad en los niños", reiteró dicha especialista, quien se apoyo en una de las conclusiones del estudio elaborado por la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, del que se extrae la necesidad de garantizar el aporte de los niveles de yodo recomendados en este grupo poblacional.
Pese a estas carencias, la miembro del Grupo de Yodo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y médico de familia del centro de salud Viñuela, en La Axarquía (Málaga), María del Carmen Millón, recalcó por su parte que con sólo cinco gramos de yodo se cubren las necesidades de toda la vida, si bien reconoció que este elemento no se puede almacenar en el organismo, siendo necesarias pequeñísimas cantidades diarias.
A este respecto, Velasco explicó que en España existen, por razones geológicas, deficiencias nutricionales de yodo en todas las comunidades y cuyas consecuencias pueden pasar por enanismo, sordomudez, apatía, retrasos del crecimiento, bocio y cretinismo, daño cerebral irreversible, pérdidas fetales y malformaciones.
Al margen de la carencia de este elemento en el terreno, la presencia en la dieta de sustancias bociógenas como las coles, el maíz, los nabos o la soja, aumentan las necesidades de yodo en el organismo. Además, la SEMG reseñó hoy en una nota que la existencia de elementos químicos en el entorno como algunos plásticos, pesticidas o materiales ignífugos, producen alteraciones tiroideas y afectan al equilibrio hormonal.
MEDIDAS PARA COMBATIR ESTE PROBLEMA
Frente a ello, las medidas básicas para combatir las carencias nutricionales de yodo pasan por la yodación universal de la sal, cuyo consumo sólo alcanza actualmente el 27 por ciento de los hogares españoles, así como garantizar el aporte necesario a las gestantes y los niños con suplementos de yoduro potásico y una alimentación adecuada.
Millón también recordó la importancia de que la mujer llegue a la gestación con un adecuado nivel de yodación e iniciar el aporte tanto de yodo como de ácido fólico, al menos dos meses antes de la gestación, a fin de que la madre que lacta aporte a su hijo el yodo necesario en la leche.
CATALUÑA Y ASTURIAS, LAS QUE MEJOR LO COMBATEN
Según la doctora Velasco, las comunidades que mejores niveles de yodo presentan son Cataluña, que cuenta con una campaña de yodación eficaz, y el Principado de Asturias, comunidad que se encuentra entre las primeras que más tiempo lleva abordando el problema institucionalmente.
El empleo de sal yodada en la población general y los suplementos de yoduro potásico a la población más susceptible, como embarazadas, lactantes y niños pequeños, podrían eliminar los trastornos por déficit de yodo, prosiguieron ambas expertas.