El MNAR dispone de un nuevo servicio de signoguías que asegura la accesibilidad de las personas sordas a sus contenidos

Esta prestación, de uso gratuito, convierte al Museo Romano de Mérida en el segundo museo del país en incorporar esta tecnología

Europa Press Extremadura
Actualizado: lunes, 26 mayo 2008 15:07
MÉRIDA, 26 May. (EUROPA PRESS) -

El Museo Nacional de Arte Romano (MNAR) de Mérida dispone desde hoy de un nuevo servicio de signoguías, un sistema "pionero" en un museo --adscrito a la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales--, a través del que se "garantiza" la accesibilidad de las personas sordas a sus contenidos culturales.

Con esta prestación, el Ministerio de Cultura, ente que promueve esta iniciativa, busca "disolver" una de las "barreras" que las personas sordas deben "enfrentar a diario" y es un "paso hacia hacer efectiva la igualdad de derechos entre todos los ciudadanos".

Así lo explicó hoy la subsecretaria del ministerio, María Dolores Carrión, quien además, subrayó que la habilitación de éste no responde a una "cuestión de sensibilidad" con los colectivos "más desfavorecidos", sino, por el contrario, es resultado del "cumplimiento de una obligación constitucional".

Carrión hizo estas declaraciones durante el acto de presentación de las signoguías, que tuvo lugar en el MNAR, y durante el que estuvo acompañada por el alcalde de Mérida, Ángel Calle; y por la directora general de Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura, Esperanza Díaz.

En este evento estuvieron presentes también el director del Museo Nacional de Arte Romano, José María Álvarez; el director de la Fundación Orange, Manuel Gimeno, y el presidente de la Fundación CNSE para la supresión de las Barreras de Comunicación, Luis Cañón.

UN MILLÓN DE PERSONAS SORDAS.

Según señaló Carrión, en España hay aproximadamente un millón de personas que padecen algún grado de sordera. Por ese motivo, dijo, el Gobierno nacional "desarrolla unas líneas de trabajo orientadas a facilitar la participación de ese diez por ciento de la población".

En este sentido, comentó, la iniciativa es parte de este "compromiso", que "orienta" las actuaciones del Ministerio a los colectivos que tienen "más dificultad para acceder a la cultura, convirtiendo los museos en un espacio accesible y rompiendo las barreras físicas y sensoriales que impiden o dificultan el acceso a la cultura en igualdad de condiciones".

No obstante, subrayó, a pesar de la búsqueda de alternativas tecnológicas que permitan "superar ciertas barreras", lo "más importante" es conseguir que la "sociedad cambie sus formas de pensar", "igual de rápido" que las tecnologías, a fin de que los "derechos" de las personas sordas se "vuelvan realmente efectivos".

COLABORACIÓN COMO "VALOR AÑADIDO".

El proyecto es frtuto del impulso de la Fundación Orange, que ha financiado el desarrollo y ejecución de esta iniciativa, "orientada a mejorar la calidad de vida de las personas más desfavorecidas, poniendo a su servicio las últimas tecnologías adaptadas al ámbito museístico".

La iniciativa también contó con la colaboración "esencial" de la Fundación CNSE para la Supresión de las Barreras de Comunicación, entidad referente de la normalización de la lengua de signos española, que se ha encargado de traducir los contenidos de las signoguías a esta lengua y de realizar el subtitulado. En esta línea, Carrión destacó que el "valor añadido" de este proyecto recae en la "colaboración entre los poderes públicos y la sociedad civil", pues el "impulso conjunto" de este tipo de propuestas sirve de "referente" respecto a "cómo se debe trabajar para promover la igualdad de derechos en todas las capas sociales".

TECNOLOGÍA PARA "CAMBIAR EL MUNDO"

Por su parte, el director de la Fundación Orange, Manuel Gimeno, quien resaltó la "vocación" de esta entidad "para servir a los más desfavorecidos" y para que "la cultura no pertenezca a unos cuantos", subrayó la importancia del uso de las nuevas tecnologías como herramientas para "cambiar el mundo".

Como dijo, estos "nuevos remedios" constituyen "paliativos ante las dificultades" que deben superar las personas sordas y su uso, dijo, "confirma el principio de una nueva era, que brinda la oportunidad de entender el mundo de otra manera y convertirlo en un mejor lugar".

El presidente de la Fundación CNSE, Luis Cañón, en cambio, señaló que, gracias a estas signoguías, las personas sordas pueden acceder a un territorio que "hace poco" les estuvo "vedado", no porque les estuviese prohibida la entrada, sino porque carecían de recursos "para percibir, investigar y gozar de la cultura que encierran los museos".

SENCILLAS Y GRATUITAS.

Tal cual explicó, las signoguías son herramientas "sencillas", de uso gratuito, que "con mucho criterio pedagógico", y gracias al trabajo de "expertos" en lenguaje de signos, "facilitan la comprensión" de los contenidos museísticos.

Son, en definitiva, unos dispositivos portátiles multimedia en formato PDA, equipados con una pantalla para reproducir vídeos en los que, adaptándose al recorrido general del Museo, se explican los contenidos y las obras seleccionadas en lengua de signos española, y se aporta información de "interés" sobre las mismas.

"DERECHO EVIDENTE".

Por su parte, el alcalde de Mérida, Ángel Calle, comentó que la disponibilidad de este nuevo servicio "transmuta" lo que antes era un "privilegio" para las personas sordas, el acceso a la cultura, en un "derecho evidente".

En esta línea, se comprometió a que el ayuntamiento, en "cumplimiento de la ley", sea un espacio en el que "ningún" colectivo "encuentre obstáculos".

Por otro lado, la directora general de Patrimonio Cultural, Esperanza Díaz, subrayó el "compromiso" de la Consejería de Cultura y Turismo para, siguiendo estas mismas pautas, "facilitar el acceso a la cultura, rompiendo barrearas físicas y sensoriales y garantizando la igualdad".

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