Asegura que, ante la "impasibilidad" de la justicia, los miembros de Apame estaban dispuestos incluso a "cometer un delito" y entrar en la casa donde estaban los canes
MÉRIDA, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Protectora de Animales de Mérida (Apame) pide que se localice a los dueños de dos perros que fueron abandonados en el patio de una casa en Mérida, uno de los cuales fue rescatado con vida el pasado día 15 mientras que el otro ya había fallecido, probablemente de frío.
Al respecto, el miembro de Apame Hugo Alonso indicó hoy a Europa Press Televisión que los propietarios de los canes están "ilocalizables", por lo que a partir de ahora será la Policía Local la que actué de oficio. El activista adelantó que los agentes ya están mano a la obra "tratando de recabar datos" para localizarles.
Alonso explicó que la Junta de Extremadura promulgó en 2003 la Ley de Protección Animal para, precisamente, tomar medidas en este tipo de sucesos. Además apuntó que del mismo modo existe en vigor una ordenanza municipal, redactada en 2001, que establece faltas y sanciones para estos casos, por lo que pidió que se tengan más en cuenta para actuar en el futuro con más prontitud. Por otra parte, el integrante de Apame criticó los obstáculos jurídicos que, a su juicio, habrían impedido la liberación de ambos canes con vida. Así, expuso que pese a haber interpuesto cuatro denuncias desde que tuvieron conocimiento del estado en el que se encontraban los animales, sólo el pasado miércoles cuando se argumentó en una nueva denuncia "que uno de ellos había fallecido" es cuando consiguieron el mandato judicial para entrar en la vivienda.
"Temíamos por la vida del otro y en 40 minutos el juez dictó una orden", señaló ,antes de asegurar que los miembros de la protectora estaban "dispuestos" hasta "cometer un delito". pues estaban "desesperados" debido a "la impasibilidad de jueces y administración" en este suceso.
Asimismo, dijo con rotundidad no "estar satisfecho" por el despliegue que consiguió rescatar con vida sólo a uno de los perros, porque según apostilló "en el mes de junio" se hubiera logrado "sacar a los dos animales vivos". No obstante, destacó como "parte positiva y reconfortante" la actuación del vecino que se hizo cargo de ellos durante esta situación.
BUSCAN PADRINO
Gracias a la presión de los vecinos y a los trámites legales de la Asociación Protectora de Animales de Mérida (Apame), los servicios veterinarios y la Policía Local del Ayuntamiento de la capital extremeña, orden judicial en mano, procedieron el pasado día 15 a retirar el cadáver de un perro y a liberar a otro can que llevaban abandonados nueve meses en una vivienda de la ciudad.
Así lo expuso hoy a Europa Press Televisión Cipriano Guerrero, el vecino que reside en la casa anexa, desde donde se efectúo la operación de rescate. Este emeritense, que ha alimentado y asistido a ambos animales durante estos meses, apuntó que llevaban encerrados en el patio interior de la casa de sus vecinos desde "el mes de abril" del pasado año.
"Nos dimos cuenta que nadie les daba de comer y nos encargamos nosotros", precisó Cipriano, mostrando desde su patio el recinto donde malvivían los perros." Es algo que está en la conciencia de las personas y era un cargo de conciencia no hacerlo", explicó. Además, valiéndose de una caña les facilitó "ropa y mantas" para que estuvieran abrigados, pese a ello y debido a las bajas temperaturas el bóxer falleció.
Esta muerte, al parecer, fue el detonante que propició la operación de auxilio, ya que tal y como informó este amante del mundo animal, el juez dictó la orden judicial, por las "movilizaciones y denuncias de la protectora", pero también por considerar que el cadáver del animal generaría "un problema de salud pública" en el vecindario.
"El perro murió por falta de humanidad", aseveró este hombre, quien opina que de haberse actuado con más urgencia "se podía haber evitado" esta muerte. En cuanto al proceder de los servicios municipales durante la tarde de ayer, apuntó que simplemente tuvieron que "levantar una tela metálica" que separa el patio de las dos viviendas y llevarse "en una bolsa" el cuerpo del fallecido, mientras que el otro ejemplar fue trasladado a la perrera municipal.
