MÉRIDA, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
Hasta hace unos años, el móvil era un dispositivo útil para realizar llamadas, intercambiar mensajes y realizar fotos y vídeos de calidad aceptable. Sin embargo, de un tiempo a esta parte los teléfonos se han convertido en una extensión del individuo con la que se puede hacer la lista de la compra, enviar un regalo a un familiar que vive en la otra punta del mundo o pagarle a tu amigo los veinte euros que le debes del fin de semana.
Este último punto es algo que ha ido tomando fuerza en el último año, un un servicio al que le ha costado ganarse la confianza del usuario, ya que incluir tus datos bancarios en el móvil u operar con tu dinero de forma online sin tener la certeza de que nadie se 'colará' en tus cuentas, contrasta con la facilidad de no tener que introducir la tarjeta bancaria en el datáfono cada vez que realizas un pago y ofrece la posibilidad de hacer gestiones bancarias sin necesidad de acudir a la sucursal.
Sin embargo, la comodidad ha ganado al miedo y cada vez son más los usuarios que utilizan su dispositivo móvil para realizar operaciones bancarias como pagar en cualquier establecimiento, independientemente del importe a abonar.
En este sentido, los bancos también han entendido que la digitalización ha llegado para quedarse y han desarrollado diferentes aplicaciones con el fin de facilitar información sobre las finanzas y acercar al cliente sus productos y servicios.
Por otro lado, junto a las aplicaciones bancarias básicas, también han proliferado otras que pueden parecer más una red social que una forma de pago como 'Bizum' o 'Twyp' que han revolucionado la forma de realizar pagos y transferencias ofreciendo la posibilidad de solicitar o ingresar dinero a cualquiera de tus contactos telefónicos sin necesidad de introducir un número de cuenta y aunque el receptor no sea de tu misma entidad.
El principal inconveniente de este tipo de aplicaciones es la inseguridad que muestra con frecuencia el usuario al incorporar sus datos bancarios por el temor de que alguien pueda robarle los datos o incluso duplicar su identidad.
No obstante, en la mayoría de los casos, esta iniciativa cuenta con el apoyo de las entidades bancarias, algo que aporta algo más de tranquilidad al cliente.
Por ejemplo, 'Twyp' fue creada por ING Direct como una aplicación propia que permite enviar pequeñas cantidades de dinero a través del móvil a otras personas y que puede ser utilizada por clientes de cualquier banco. Junto a esta, 'Bizum' tiene esta misma funcionalidad, pero a diferencia de 'Twyp', en su desarrollo han participado casi treinta entidades bancarias.
En definitiva, la tecnología avanza en todas las direcciones llegando a todos los públicos y, más allá de la aparición de nuevos dispositivos y aparatos con funciones diversas, cada vez es más común incorporar servicios novedosos con los que el usuario está totalmente familiarizado como el teléfono móvil.
Andalucía
