Vara recuerda a la Iglesia que las creencias individuales "no se pueden imponer nunca" a la moral colectiva

Europa Press Extremadura
Actualizado: viernes, 19 junio 2009 15:10

MÉRIDA 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, reconoció hoy que la Iglesia está "en su perfecto derecho de decir lo que crea oportuno" respecto a la reforma de la Ley del Aborto, aunque recordó también a dicha institución que las creencias individuales "no se pueden imponer nunca" a la moral colectiva.

A preguntas de los medios en rueda de prensa hoy en Mérida sobre la declaración de la Conferencia Episcopal en la que se rechaza la reforma de la Ley del Aborto y se pide a los diputados católicos que también se opongan a ella, Vara reconoció que la Iglesia "está en su perfecto derecho de decir lo que crea oportuno" en tanto que España "es un país libre, en el que la libertad de expresión y de posicionamiento frente a los temas abarca a todo el mundo", y consideró que "lo extraño es que (la Iglesia) dijera lo contrario".

No obstante, subrayó que "una cosa es la moral individual y otra cosa las decisiones políticas" que se circunscriben --dijo-- al ámbito de las Cortes Generales y a las instituciones que gobiernan España.

"Lo que no creo que la Iglesia deba hacer es no entender que una cosa es la moral individual y otra cosa son las decisiones políticas que hay que circunscribir al ámbito de las Cortes Generales, el Congreso, el Senado y las instituciones que gobiernan este país porque así lo lo quieren los ciudadanos", señaló.

Así, recordó que los partidos concurren a las elecciones y plantean "un contrato" y unos "compromisos" a la ciudadanía que "no pueden estar vinculados con una determinada moral cristiana ni con una identidad religiosa".

"Las creencias son personales, cada uno las tiene y en ningún caso nadie puede imponérselas a los demás", sentenció Vara, quien añadió que si la Iglesia entiende este planteamiento "estará en su derecho de poderse manifestar" y si no lo entiende "sencillamente estará faltando a algo que es fundamental, el respeto por las instituciones y por la base de la democracia, que son los representantes legales y legítimos de los ciudadanos".

En este sentido, subrayó que España tiene un nivel de madurez democrática "suficiente como para saber que las creencias individuales no se pueden nunca imponer a la moral colectiva", porque tal y como recalcó "para eso están las instituciones y las leyes, que se configuran a partir de unas mayorías relativas a la "representatividad que cada uno tiene y no con la creencia individual que cada uno pueda tener", concluyó.

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