MÉRIDA 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
Representantes del sector vitivinícola extremeño solicitaron hoy la reapertura temporal de la alcoholera Vinibasa, ubicada en la localidad de Almendralejo (Badajoz) y que cerró sus puertas el pasado mes de mayo. Según los viticultores de la región, de no escucharse su "clara" petición será "imposible" transformar el volumen de orujo que se obtendrá en la próxima campaña de la uva, y las consecuencias económicas y medioambientales que generaría esta incapacidad podrían ser "muy graves".
Los agricultores calculan que la campaña dará comienzo en los próximos 20 ó 25 días y que los 40 ó 50 millones de kilos de uva que se prensarán para la obtención del vino dejarán en torno a dos millones de kilos diarios de orujo. Una cantidad que, en caso de que no se retome la actividad de Vinibasa, "no podrá ser absorbida" por la única alcoholera que está funcionando en estos momentos en Extremadura, Vinícola del Oeste, situada en Tierra de Barros.
El secretario general de APAG-Extremadura-Asaja, Bibiano Serrano, explicó hoy que la decisión de la reapertura "no definitiva" de Vinibasa está "en manos" del alcalde de Almendralejo, José María Ramírez, y, aunque reconoció las "molestias" que la industria ocasionaba a los vecinos de la localidad cuando estaba en funcionamiento, apeló a la "colaboración" ciudadana hacia un sector que "tanta riqueza" le ha aportado a esa zona.
Serrano hizo estas declaraciones hoy en una rueda de prensa que se celebró en Mérida y durante la que estuvo acompañado por el secretario general de Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Juan Moreno; la responsable del área de vinos de UPA-UCE Extremadura, Catalina García; y por el representante de la Unión Extremeña de Cooperativas Agrarias (Unexca), Luis Cumplido.
"RIESGOS" MEDIOAMBIENTALES
Por su parte, el representante de Unexca, Luis Cumplido, subrayó que los viticultores "no" intentan generar "alarma social" con su petición, no obstante hizo hincapié en la "urgente" necesidad de reapertura de la alcoholera almendralejense, a fin de evitar "serios riesgos" medioambientales.
Cumplido explicó que el orujo, residuo de pieles y semillas que queda tras prensar la uva, debe recibir un "tratamiento adecuado" para, posteriormente, ser destinado a usos industriales. "No se puede almacenar ni se puede dar a los animales como se hacía antiguamente", recalcó.
La "incertidumbre" a la que se enfrenta el sector, unida a la "preocupación" por la entrada en vigor mañana de la "criticada" OCM del vino, se acrecienta, toda vez que desconoce cómo deshacerse de estos residuos, que por contener alcohol, deben ser transformados en un plazo de tiempo "muy corto".
"No se trata de alarmar, pero tenemos bastantes problemas económicos con la entrada de la nueva OCM. Si antes, por el orujo, los viticultores recibían un valor casi igual a cero, ahora, para transformarlo tendrá que enviarlo fuera de Extremadura, y pagar por ello", comentó.
MUCHAS "DUDAS"
En esta misma línea, el secretario general de COAG, Juan Moreno, recalcó que el sector "no está en condiciones" de asumir el coste que conllevaría el hecho de tener que transportar fuera de la región estos subproductos de la uva.
Serrano, por su parte, advirtió que con la entrada en vigor de la nueva OCM del vino, los viticultores "no" saben "cuánto costará el kilo de uvas este año, pues se han eliminado las barreras del mercado", ni "cuánto costará su tratamiento". No obstante, lo que sí tiene claro el sector es que "todo será aún peor si hay que llevar fuera el orujo".
Los viticultores ven una "buena" opción "temporal" la reapertura de Vinibasa. "Los dueños de Vinibasa están de acuerdo, Viñaoliva, que compró la maquinaria para hacer una nueva alcoholera fuera de la ciudad, también", aseguró.
El secretario de COAG afirmó que las instalaciones de Vinibasa "están en perfecto estado" para entrar en funcionamiento "únicamente" durante la campaña de recogida, mientras la empresa que construirá una nueva industria de estas características, que irá ubicada fuera del casco urbano de Almendralejo, la pone finalmente en funcionamiento.
Por su parte, la responsable del área de vino de UPA-UCE Extremadura, Catalina García, hizo hincapié en la "unidad" del sector frente a esta problemática. "Los agricultores no están solos", comentó, a pesar de que se refirió también a lo "dura" que se prevé esta campaña.
"Con la incertidumbre de la OCM, se calcula que la cosecha de algunas zonas tenga una bajada considerable, no se prevén buenos precios, hay problemas de falta de mano de obra", aseguró, y añadió que "el sector no se merece un problema añadido" que, a su juicio, puede conducir a la "paralización de la vendimia".