Rural.- UU.AA. reparte en A Coruña 400 kilos de productos agrarios para reclamar precios justos para los productores

A CORUÑA 14 Jul. (EUROPA PRESS) -

El sindicato Unións Agrarias (UU.AA.) repartió hoy gratis 400 kilos de productos agrarios en la ciudad de A Coruña, donde puso en marcha un 'agrobús' que recorrerá toda Galicia dentro de una campaña para denunciar que los agricultores y ganaderos no se benefician de los altos precios que los consumidores pagan en el puntos de venta por sus productos.

Además, UU.AA. pretende concienciar sobre la necesidad de una ley de márgenes comerciales que permita "trazabilidad en calidad y precio". El secretario de Acción Sindical de esta organización, José Ramón González, explicó que esta ley acabaría con la "desprotección" del sector productivo y supondría "unos márgenes comerciales justos" por los que "cada intermediario tenga marcado su margen y se cree una configuración de precios en la que participe toda la cadena".

"Hasta ahora los productores nos estamos manteniendo al margen de la cadena y sólo asumimos los costes de producción que se han elevado un 40 por ciento por culpa del gasóleo. Los productores ahora tienen que vender al precio que les compran y hay que crear mesas paritarias y dar mayor transparencia", reclamó.

La campaña 'Precios justos para nuestros productos' informa a los visitantes del 'agrobús' de los "márgenes comerciales abusivos" que se dan en los productos agrícolas, además de recoger firmas para demandar a las administraciones una regulación de los márgenes comerciales que acabe "con los abusos que se producen en la cadena alimentaria". El acto se completó en la ciudad herculina con el reparto de 400 kilos de productos agrarios de manera gratuita a los visitantes.

Esta iniciativa, que durará 15 días y supondrá el reparto de seis toneladas de producto, contará con dos guías que explicarán a los visitantes que los agricultores "venden hortalizas, fruta y carne a un precio muy bajo que en muchos casos ni cubre costes de producción". Esta situación contrasta con que en el punto de venta final se produce "un abusivo encarecimiento de los mismos productos" y el consumidor tiene que pagar "un precio abusivo".