SANTIAGO DE COMPOSTELA, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
Badel Metalmodel está trabajando en el único aeromodelo que por el momento fabricará y que próximamente saldrá al mercado a través de Internet, con el apoyo del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape).
Alba González, la promotora de esta empresa, que nació en el mes de mayo y que tiene su sede en Ames (A Coruña), es aficionada al mundo del aeromodelismo, por lo que decidió crear su propio negocio, que se diferencia de los de sus competidores en que utiliza el aluminio como materia principal para construir sus aviones, que pueden ser pilotados por radio control.
Badel se encarga de la realización del aeromodelo al que los que usuarios acoplan el motor que quieren para hacerlo volar. La mayoría de fabricantes de este tipo de productos utilizan otros materiales más fáciles de modelar, de montar y más resistente al paso del tiempo.
Sin embargo, el Igape destaca que el aluminio aporta mayor realismo y similitud de las maquetas con los verdaderos aviones, algo que suele gustar mucho a los aficionados al mundo del aeromodelismo. Sus dimensiones, dos metros y medio de envergadura y un metro ochenta de longitud, contribuyen a que las reproducciones sea aun más reales.
Alba González asegura que por el momento es difícil hacer balance de estos meses de actividad porque lleva muy poco tiempo funcionando y está yendo poco a poco. De momento, el comercial que le ayuda en las labores de venta del producto está gestionando la página web d ela empresa para sacarlo al mercado cuanto antes, posiblemente a finales de noviembre o principios de diciembre.
Con anterioridad contaba con un estudio de mercado para saber cuál sería la demanda aproximada que el aeromodelo tendría y conocer la viabilidad del proyecto, así como con un análisis de la competencia para determinar el precio y encajar su producto.
A pesar de que la vida de Babel Metalmodel es corta, a su promotora le gustaría que dentro de un tiempo la empresa estuviese fabricando un número mucho más amplio de aeromodelos para introducirlos en el mercado, así como disponer de varios trabajadores que le ayudasen en la actividad y poder crear una industria que por el momento "no existe en Galicia", según Alba González.
