27-M.- Quintana critica a PP y PSOE por hablar del "maldito tramo" del AVE Lubián-Ourense sólo en campaña electoral

Europa Press Nacional
Actualizado: sábado, 19 mayo 2007 16:49

Asegura que la "verdadera conexión" de la comarca de Monterrei es con Portugal

VERÍN (OURENSE), 19 (EUROPA PRESS)

El portavoz nacional del BNG y vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, criticó hoy a PP y PSOE por hablar del "maldito tramo" del AVE Lubián-Ourense sólo cuando hay campaña electoral y denunció que "no se preocupan" de los "problemas de la gente" como está haciendo su formación en materia de vivienda, empleo, suelo industrial y cultura.

En un mitin en la Praza da Mercé en Verín (Ourense) y ante cerca de 500 personas, Quintana acusó a socialistas y populares de hacer electoralismo con las infraestructuras básicas de la comunidad. "Los otros únicamente hablan de las licitaciones del maldito tramo de Lubián, que no hacen nunca, en elecciones", ironizó.

Aprovechando la situación geográfica de Verín, a menos de 30 kilómetros de la frontera portuguesa, el líder nacionalista aseguró que la "verdadera conexión" de esta comarca es con el país vecino. En este sentido, aseguró que son los nacionalistas en la Xunta los que ya potencian esta relación a través del Castillo de Monterrei, que funciona como un "nexo de cultura" entre ambos países.

Además, avanzó que esta comarca dejará de depender de Portugal para ser un "foco de atracción" de empresarios gallegos y portugueses con la puesta en macha del polígono de Tamagos, de un millón de kilómetros cuadrados. "A partir de ahora la historia será a la inversa, serán ellos los que vengan aquí", vaticinó.

"NO TRAGAR CUALQUIER COSA"

El portavoz nacionalista volvió a cargar contra las ilegalidades urbanísticas y denunció a los alcaldes populares, "y también a otros", por dar las licencias de obras "a los amigos". "Nosotros no estamos dispuestos a tragar con cualquier cosa", dijo al referirse a las "políticas caciquiles y clientelares" practicadas en "muchos ayuntamientos". Frente a ello, defendió los proyectos iniciados por el BNG en la Xunta, como la reserva del 40% del suelo a vivienda protegida, la creación de suelo industrial, la puesta en marcha de residencias Día y de mayores.

En este punto criticó al Gobierno central del que dijo que hizo la Ley de Dependencia pero, "poco más". "Ahora, los que tenemos que poner en marcha todas las políticas somos nosotros y alguno anda preocupado por que sean los nacionalistas los que pongan en marcha el Sistema Galego de Dependencia".

Quintana aprovechó la cercanía del Castillo de Monterrei para hacer una comparación entre la época actual y el Medievo. "Hay algunos que confunden el ayuntamiento con el castillo y realizan en él los mismos usos medievales que se hacían antes", ironizó y ofreció "ideas, voluntad y proyectos" para acabar con este tipo de políticas. Por ello, apostó por la candidatura del nacionalista Eloi Domínguez, para evitar las "cacicadas" y aseguró que el BNG tiene un "proyecto para Verín".

SOL

En un mitin en el que el sol fue el protagonista y las sombras las más demandadas, Quintana apareció, por primera vez desde que comenzó la campaña, acompañado por un miembro de la Xunta; en este caso, el director xeral de Montes, Alberte Blanco, ex portavoz municipal del BNG en este ayuntamiento. Blanco aseguró que el BNG es la "combinación perfecta de principio y ética", "algo que se demostró en Verín". También mitineó la diputada y vicepresidenta de la Mesa, Tereixa Paz, quien apostó por una política "comprometida" y no la del "quítate tu que me pongo yo".

En el segundo mitin de campaña al aire libre destacó la variedad de colores. El público prefirió utilizar la propaganda electoral --carteles y periódicos-- como abanicos y sombreros improvisados. También había mucha gente mayor como Manuel y Luis que esperaron pacientemente la intervención de Quintana desde una hora antes. "Habla muy bien, a mi me gusta mucho escucharlo", apuntó Manolo. Lo malo es que el portavoz nacionalista comenzó a hablar pasada la una de la tarde y, a esa hora, los dos ancianos miraban con insistencia su reloj; "Luis hay que ir marchando". El líder nacionalista no había acabado su intervención, pero la comida es más que sagrada.

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