SANTIAGO DE COMPOSTELA, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Santiago de Compostela, Xosé Sánchez Bugallo (PSdeG), opinó hoy que el proyecto de la Cidade da Cultura (CdC), en construcción en el Monte Gaiás, "pudo nacer de un pecado original", pero es "una gran oportunidad" para toda Galicia y, además, consideró "una suerte" que en él hayan participado gobiernos autonómicos de distinto signo político.
En su comparecencia hoy ante la Comisión de Investigación sobre la CdC, Sánchez Bugallo aclaró que la Xunta, como promotora de la obra, siempre le habló de Santiago como el lugar para establecer el complejo cultural. El regidor apuntó que el complejo arquitectónico y cultural es "una iniciativa que un presidente de la Xunta plantea en un determinado momento de su vida y de su situación política"; pero reconoció que a él "le pareció oportuna".
Admitió que, en su momento, había sido invitado a participar en el concurso de ideas para elegir el proyecto arquitectónico pero que "no asistió" por motivos personales. No obstante, advirtió de que "nunca cuestionó" el resultado y señaló como el "valor más sólido" del complejo el proyecto arquitectónico de Peter Eisenman.
También detalló que, posteriormente, asistió a reuniones del Padroado da Cidade da Cultura creado en torno al proyecto arquitectónico y cultural como "alcalde de Santiago" y que lo hizo desde el principio de "lealtad institucional", de forma que sólo informó de su partición en el ámbito municipal y no de forma partidista.
"INFORMES FAVORABLES"
Ante los requerimientos de los grupos parlamentarios sobre su participación en la adjudicación de obras, detalló que era un miembro más del patronato y que en las votaciones actuaba bajo "el principio de confianza", dado que "estaba para colaborar y no para enredar". Asimismo, reconoció que entiende que cuando se sometían al patronato las decisiones contaban con "todos los informes favorables" y que de lo contrario "se hubiese abstenido o habría salido de la reunión".
En relación con la adjudicación de los dos últimos edificios del complejo por un gobierno en funciones, Sánchez Bugallo reconoció que "mantuvo en público y en privado" que "le preocupaba" que se dejasen para el final los edificios de Nuevas Tecnologías y del Teatro da Música por considerarlos "troncales" en el complejo arquitectónico. En este contexto, consideró que el día que se planteó la toma de decisión "no tenía sentido decir que no".
Reflexionó que "a veces tiene la sensación que es como si todos nos diésemos cuenta de que en la Cidade da Cultura se producía un desfase importante entre las previsiones iniciales y los hechos finales". "Eso en realidad no fue algo que surgiese de repente, sino algo que pudimos visualizar a lo largo de todo el tiempo", afirmó, al tiempo que lo relacionó con no contar con un proyecto arquitectónico sino con "una idea y una estimación de costes" de ella, de forma que cuando se convierten en proyectos de ejecución se ven los costes reales.
"MALA CONCIENCIA Y VOLUNTARISMO" En las licitaciones de cada edificio se pudo ver el desfase y consideró que esto "tiene algo que ver con algo de mala conciencia y de voluntarismo". Así, el regidor compostelano opinó que a la Xunta del PP en las distintas fases de contratación y licitación "le costaba decir que la Cidade da Cultura iba a costar lo que tenía que costar para cumplir la finalidad con la que se construye" y que se trató de ceñir a una cifra que no tenía relación con el coste cuando se redactaba el proyecto.
Admitió que considera que la CdC es "una gran inversión" para Galicia y que tiene "un gran coste" que es difícil de entender en la sociedad gallega. Sánchez Bugallo dijo que ve "una declaración de voluntad" por parte de la Xunta la cifra de 108 millones de euros fijada en el concurso de ideas pero puntualizó "que no era posible pensar que se hacía por ese precio".
En cualquier caso, insistió en que entiende que el complejo arquitectónico y cultural es "un gran reto que tenemos todos los gallegos". "Pudo nacer de un pecado original o no; pudo nacer de una manera que nos puede gustar o no; pero puede ser que de no haber sido así no habría surgido", aseveró.
HACERLA UNA OBRA RENTABLE
Añadió que entiende como "una gran suerte" que el proyecto se iniciase con un gobierno en la Xunta y que "lo vaya inaugurar otro", ya que consideró que "da la posibilidad a todos de participar" en una gran obra pública que definió como "una gran oportunidad" para presentar una nueva imagen de Galicia. No obstante, defendió "no conformarnos con una obra buena, sino que sea rentable".
Sánchez Bugallo apeló a los parlamentarios a que "investiguen todo lo que consideren oportuno", pero les pidió que "al mirar para atrás no dejen de mirar hacia el futuro". Defendió que "entre todos" hay que convertir a la CdC en "un gran triunfo de Galicia".
Los portavoces del BNG y del PSdeG en la comisión, Carlos Aymerich y Xaquín Fernández Leiceaga, respectivamente, coincidieron en señalar que el alcalde de Santiago fue "testigo privilegiado" del proyecto de la CdC. Por su parte, el parlamentario del PPdeG Ignacio López-Chaves saludó la "honestidad" del regidor y le pidió que se pronunciase sobre la paralización de 14 meses en las obras de los dos últimos edificios por el bipartito, a lo que Sánchez Bugallo reconoció que le produjo "una ilusión muy limitada".
CIDADANIA
La comisión de investigación escuchó también hoy a Ana Rosa Lorenzo y Armando Broz, dos miembros de la empresa Cidadania, a la que la Consellería de Cultura del bipartito adjudicó el proceso de participación del tejido cultural y la sociedad en la redefinición de usos del complejo. Ambos defendieron la "profesionalidad" de su empresa y del trabajo realizado, que significó recoger las aportaciones y sugerencias de 256 personas.
Según Armando Broz, advirtió de que Cultura "no calcó" la redefinición propuesta en el proceso de participación. Además, los representantes de Cidadanía defendieron que el proceso sirvió para la CdC y originó "otras sinergias" en la relación entre la Administración y el tejido cultural.
Mientras nacionalistas y socialistas consideraron útil el trabajo realizado por la empresa, López-Chaves (PP) sustituyó a la organización frentista a la hora de aludir a "tramas políticas y familiares" en torno a la CdC. Así, se centró en la militancia en el BNG de Carlos Neira Cortizas y Luis García, socios de Cidadanía, y los situó una "red de amigos y afiliados" que tenían fácil el trabajar para la Consellería de Medio Rural, Vicepresidencia y Cultura, todas ellas en manos de los nacionalistas.
Ana Rosa Lorenzo lamentó la "concatenación de ideas" hechas por el PP y defendió que la empresa "nunca utilizó" la militancia de sus socios o trabajadores para acceder a un trabajo. Recordó que Cidadanía ya había hecho trabajos para la anterior Xunta del PP y para distintas instituciones y afirmó que las contrataciones públicas "se basan en la profesionalidad y la capacidad técnica" de las ofertas.
Este asunto suscitó también el reproche del BNG, de forma que Xosé Ramón Paz Antón calificó de "penoso" el papel del portavoz del PP y le recriminó que los 'populares' "tendrían que explicar otro tipo de relaciones y vínculos políticos y familiares" en su etapa en la Xunta.
ARQUITECTO
Por otra parte, hoy también intervino el director de la oficina técnica de la Fundación de la CdC, Benito García Caramés, quien confirmó la dificultad de ajustar el coste, la ejecución de las obras y los plazos previstas por la necesidad de trasladar a proyectos de ejecución la propuesta de Peter Eisenman, surgida de "un concurso de ideas puro".