LUGO 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
El parlamentario del PP por Lugo Agustín Baamonde aseguró hoy sobre el ex presidente provincial, Francisco Cacharro Pardo, que es "un muerto viviente, capaz de dar algún susto pero que se mueve más en el terreno fantasmagórico que otra cosa".
De esta forma interpreta las últimas declaraciones del veterano dirigente del PP lucense ,en las que arremete contra la dirección provincial de los populares, con Barreiro al frente.
A Baamonde esta actitud le causa "perplejidad y pena", dado que reconoce que es "una situación que no es buena ni para el Partido Popular ni para Cacharro". En cuanto al PP, el que fuera alcalde de Vilalba admite que estas "discusiones internas nunca ayudan y contribuyen a debilitar al partido".
Tras las municipales, Baamonde tiene claro que Cacharro se convierte en "un cadáver político" y, por tanto, "en un muerto viviente, capaz de dar algún susto, pero que se mueve más en el terreno fantasmagórico que otra cosa".
EL GALLEGUISMO DEL PP
El parlamentario lucense le quiso reconocer, pese a todo a Cacharro, sus "grandes habilidades políticas" y lo "interesante" del planteamiento de un partido de tintes autonomistas. Sin embargo, en la situación actual de "polarización" del espectro político gallego y español considera que esta idea está abocada al fracaso.
Además, destaca que el PP de Galicia esta "tamizado" por el galleguismo, por ese sentimiento que no duda que supo interpretar "perfectamente" Manuel Fraga Iribarne. Esta es la herencia que recibe un Núñez Feijoo, al que describe como una persona "muy lista" y de "pensamiento liberal", que no cree que haya descuidado ese "tamiz" galleguista, que permite, en su opinión "el nexo de unión entre lo urbano y lo rural y que ayudó a superar la distinción entre boinas y birretes".
El que fuera portavoz del gobierno provincial en uno de los gobiernos de Cacharro, se confiesa finalmente asombrado por lo dicho por Cacharro, persona de la que no tuvo reparos en reconocer que fue una figura que "supo medir siempre los tiempos en política y que ahora se empecina en poner el carro delante de los bueyes".